


Tras el anuncio de prorrogar diez días más las medidas de nivel 3 en Campo de Criptana, los hosteleros de la localidad, convocados por la Asociación de Hostelería, se han concentrado en la Plaza Mayor para decir no a las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias.
Una manifestación que comenzaba con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia para continuar con la lectura de un manifiesto por parte del artista criptanense, Luis Muñoz, quien recordaba que “es hora de devolver a los hosteleros todo cuanto han hecho por los criptanenses, especialmente por su tejido asociativo, apoyando sus reivindicaciones en estos momentos tan críticos”. “La hostelería siempre ha estado al servicio de las asociaciones de Campo de Criptana”, añadía.
Un manifiesto en el que quedan recogidas las preocupaciones de un sector que “agoniza” por la falta de medidas y por las restricciones impuestas por sanidad. Un sector que como recordaba el presidente de la Asociación, Jerónimo Olivares, da trabajo a cerca de 250 personas en los cuarenta establecimientos hosteleros de la localidad.
Además, “la quiebra de la hostelería repercute directamente en el comercio, en las bodegas y cooperativas y en definitiva en todo el pueblo de Campo de Criptana”.
En otro orden de cosas, desde la Asociación han agradecido la respuesta de la ciudadanía, de representantes de otros colectivos y el apoyo de grupos políticos como el Partido Popular y Vox, presentes en la manifestación. En esta línea, lamentaban que ni el alcalde criptanense ni el equipo de gobierno hayan estado presentes para apoyar a un sector tan importante en Campo de Criptana como el hostelero.
MANIFIESTO
Hace tiempo que vivimos en una situación anormal. Una situación no deseada que nos ha pillado a todos con el pie cambiado. Un virus, el Covid 19 lleva cambiando nuestro día a día desde hace más de 9 meses.
Pero no a todos nos ha afectado igual. Muchas familias han perdido a sus seres queridos, muchos mayores y no tan mayores han quedado con secuelas irreversibles tras pasar la enfermedad, y desde aquí, tanto la asociación de Hostelería de Campo de Criptana, abrigada por distintas asociaciones hosteleras manchegas, como distintas asociaciones culturales de la localidad, pedimos un minuto de silencio por todos los que nos han dejado.
Pero por desgracia no son las únicas víctimas. Los comercios criptanenses agonizan, hace tiempo que no escuchamos la música de nuestros artistas y la hostelería está abandonada. Nuestro pueblo, conocido internacionalmente por nuestros molinos, hace mucho que no recibe visitantes. ¿De verdad es necesario este cierre? ¿Por qué no se publicita nuestro patrimonio como sí hacen otras localidades?
En el año 2019 visitaron los molinos de campo de Criptana 35.000 personas, lo que significa una media de 95 personas/día ¿es tan peligroso que nos visiten estas personas, cuando todos hemos visto imágenes de grandes ciudades a rebosar estas navidades? ¿Por qué no se sigue fomentando el turismo en la localidad cuando todas las demás ciudades y pueblos apoyan su patrimonio cultural?
Quizás se nos conteste a esta pregunta cuando los turistas no tengan dónde comer ni dónde disfrutar de nuestros vinos.
Porque esta pasividad con el turismo se está llevando un sector por delante. La hostelería, la más afectada por las aleatorias normas de Sanidad, está al borde de la quiebra. Un Informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias, que depende de dicho Ministerio, muestra que los contagios producidos en establecimientos de hostelería suponen tan sólo el 3,5% de los contagios, mientras que en las reuniones entre familiares y amigos se genera el 14,2% de los contagios, cifra que, Dios no lo quiera, se disparará en estas Navidades por las restricciones al sector hostelero. ¿Qué tipo de broma es esta?
Porque hoy es 28 de diciembre, día de los inocentes, y en la Hostelería y en la cultura estamos hartos de que nos gasten bromas. Anunciando restricciones el mismo día que se tienen que aplicar, sin tiempo para maniobrar, sin tiempo para gestionar el horario de los empleados, sin tiempo para anular pedidos…; y con tiempo, mucho tiempo, de sentirnos incapaces de hacer nada con esta situación.
Hace unos días se anunció un plan de rescate para la hostelería. Un plan que estima una inversión de 4.220 millones de euros, de los cuales 2.000 millones se calculan mediante la reducción de alquileres, por lo que este importe pesará sobre los hombros de los empresarios inmobiliarios dueños de los locales. También estima una “ayuda” de 2.600 millones de euros que irían al aplazamiento del pago de impuestos durante 6 meses para el sector, por lo que una vez pase la carencia, el empresario tendría que pagar el importe íntegro aplazado, más por supuesto los tributos que tenga que pagar ese mes. Pan para hoy, hambre para mañana.
Esperemos que en estos días en los que todos nos deseamos amor, felicidad y unión, el Equipo de Gobierno de Campo de Criptana tenga a bien de una vez estar junto a nosotros.
Porque los comercios, los bares y los artistas somos INOCENTES.







































































