El pasado lunes, 19 de abril, fue renovado el convenio entre el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la asociación In Situ, encargada de la labor de inclusión de las personas sin hogar. Este proyecto comenzaba como proyecto piloto y con la pandemia ha demostrado “su importancia y necesidad en una ciudad que apuesta por un estado de bienestar que quiere que todas las personas sean atendidas con dignidad”, señalaba Melchor.
Ramón Mendoza, miembro de la asociación, ha explicado que “con la firma de este convenio, conseguimos un segundo año de continuidad en la intervención y en el seguimiento de los casos que tenemos de personas que se encuentran en situación de sinhogarismo en la ciudad de Alcázar y en distintos pueblos de alrededor.” Este convenio de 21.000 euros “da validez y veracidad año tras año a nuestro trabajo”.
Por su parte, la alcaldesa, Rosa Melchor, explicaba que ya “antes de la pandemia, se pusieron en contacto con nosotros para ofrecernos colaborar buscando la plena inclusión de todos los vecinos de Alcázar, incluso de aquellos que lo son de forma puntual, como los sin techo. Ellos conviven con nosotros, con una ciudad que apuesta por el estado del bienestar”.
En aquel momento, “nada nos hacía pensar ni prever lo que se avecinaba y podríamos decir que, para nosotros, la atención de In Situ en el momento más crítico de la pandemia ha sido más que necesaria” porque “son personas que, por distintas circunstancias, se han visto en la situación de vivir en la calle”. Desde ese momento, “comenzamos a colaborar con una inversión de 21.000 euros que, hasta el momento, se ha estado prestando desde el Centro Cívico y está dando buenos resultados”.
Esta atención “busca volver a recuperar el contacto de estas familias con la sociedad, volver a dignificar su vida, ya que por circunstancias se han visto abocados a vivir en un banco o en el interior de una entidad financiera”. Eso no afecta sólo a 100 personas, sino que “afecta y beneficia a toda una sociedad”.
En 2021, la asociación lleva 35 atenciones puntuales y unas 20 personas en seguimiento. La intervención consiste, en palabras de Mendoza, “en la atención diaria en calle”. “Intentamos que los propios profesionales se acerquen a ellos, vamos en busca de esa demanda e intentamos darle una solución. Los acompañamos en todo momento y estamos con ellos. Es un trabajo muy activo, de estar a su lado, y esperemos volver a contar con algún espacio físico donde podamos facilitar aún más este tratamiento”, concluía.








































































