En los últimos años, las bebidas espirituosas han ido ganando popularidad. Siempre sinónimo de refinamiento y cuidado de la materia prima, gracias a la combinación de innovación y técnicas de producción tradicionales, el principal objetivo es ofrecer a los consumidores experiencias únicas.
Sin embargo, por muy alta que sea la calidad de un producto, es esencial saber cómo presentarlo de la mejor manera en el mercado para que los consumidores se fijen inmediatamente en él, incluso cuando se coloca junto a productos similares. Para ello, es necesario identificar las botellitas de alcohol adecuadas.
En efecto, éstas no son sólo envases, sino también un medio de comunicar la identidad y la calidad de la bebida espirituosa. Un diseño atractivo y cuidado atrae la atención de los consumidores, distinguiendo el producto en el estante e invitándoles a degustarlo. La elección del vidrio, la forma de la botella, la etiqueta e incluso el tapón contribuyen a crear una imagen distintiva y a contar la historia de la bebida espirituosa.
Cómo elegir la botella adecuada
Como ya se ha mencionado, elegir la botella adecuada para su destilado es de vital importancia. Sin embargo, llegados a este punto, la pregunta puede ser legítima: ¿cómo elegir el tipo de botella perfecto para su producto? Existen diferentes tipos en el mercado, cada uno con características diferentes.
El secreto para no equivocarse es no ser impulsivo y considerar una pluralidad de aspectos, como el tipo de bebida que desea comercializar, el tamaño que debe tener la botella, el tipo de cierre y muchos otros aspectos.
El tipo de bebida
El primer consejo a la hora de elegir la botella ideal para una bebida espirituosa es tener en cuenta el tipo de bebida que va a contener. Ya sea whisky, ginebra o vermut, la naturaleza de la bebida espirituosa debe reconocerse inmediatamente en el diseño de la botella.
Esto ayuda al consumidor a encontrar rápidamente lo que busca en las estanterías, facilitando la elección y aumentando la probabilidad de compra. Sin embargo, es esencial equilibrar la reconocibilidad de la bebida destilada con la necesidad de contar la historia del producto y promocionar la marca.
Tamaño
El tamaño también es crucial a la hora de elegir la botella adecuada para el licor. De hecho, el tamaño tiene un impacto significativo no sólo para el consumidor, sino también para el propietario del bar: conocer los volúmenes estándar de licor ayuda a los camareros a servir con precisión chupitos y cócteles, y facilita la estimación de las necesidades de inventario.
Pero, ¿cómo elegir el tamaño adecuado? Conviene saber que las botellas de bebidas espirituosas se fabrican en distintos tamaños «estándar«. Están, por ejemplo, las botellas miniatura de 50 ml, que contienen aproximadamente un chupito de licor. Otros tamaños muy utilizados son la media pinta (200 ml) y la pinta (375 ml), mientras que los 750 ml y el litro son menos comunes en EE.UU. pero muy utilizados como formato de las bebidas espirituosas europeas. Por último, cabe mencionar el magnum (1,5 litros), consumido sobre todo en ocasiones especiales.
Cerramiento
Un elemento que a menudo se pasa por alto a la hora de elegir una botella de licor es el cierre. Sin embargo, este detalle representa una importante oportunidad para reforzar la marca y comunicar la calidad del producto.
Un modelo bien diseñado no sólo garantiza la conservación de la bebida espirituosa, sino que además añade un toque extra. Un cierre funcional y estéticamente agradable puede mejorar la experiencia del consumidor. Una botella que sea práctica y preserve el sabor de la bebida espirituosa que contiene suele ser muy valorada por los consumidores, sobre todo cuando se trata de productos de alta calidad.
Contrariamente a lo que podría pensarse, el mercado ofrece la posibilidad de elegir entre varias alternativas, más concretamente, es posible elegir entre el clásico tapón de corcho, hasta tipos más modernos y sofisticados, como los de vidrio o metal.
Forma
Otro aspecto a tener en cuenta es la forma de la botella. Las marcas que operan en este sector deciden a menudo envasar sus bebidas espirituosas en recipientes con formas especiales. El objetivo es llamar la atención del consumidor.
De hecho, una botella con curvas irregulares o una forma inusual tiende a llamar la atención con más facilidad que los modelos más sencillos y clásicos, mucho más comunes y menos fáciles de recordar para los consumidores.