Abril de 2025 es la fecha prevista para la reapertura de la Iglesia Parroquial de Campo de Criptana, tras las obras de reforma que se están llevando a cabo en su interior. Un proyecto, “muy necesario”, -instalación de geotermia, nuevo suelo y trabajos de pintura- que tal y como explica el párroco criptanense, Juan Carlos Camacho, “es una realidad tras cuatro años de estudio pormenorizado para su ejecución”.
“Una necesidad real consecuencia del deterioro del interior del templo donde no se había actuado desde su construcción hace ya 66 años”, señala Camacho, quien detalla en esta entrevista, los pormenores de esta obra, tras revisar in situ el desarrollo de los trabajos que se están llevando a cabo.
¿Qué se está haciendo en la Iglesia? ¿Por qué ahora?
La necesidad es la razón principal. Desde su construcción, en 1958, no se había hecho una reforma significativa en el interior, solo en el tejado. Las humedades, las grietas en las paredes y el pavimento, el deterioro del mobiliario y un sistema de calefacción y refrigeración que, tras 40 años en uso, dejó de funcionar, nos llevaron a plantear esta reforma integral, centrada, principalmente en mejorar la eficiencia energética del templo.
Tras cuatro años estudiando diferentes opciones, decidimos acometer esta obra que incluye la instalación de geotermia, un sistema renovable que reducirá los costes energéticos en un 80%, además de la renovación del suelo y la pintura de paredes y techos.
Cabe destacar que la Iglesia de Campo de Criptana será la primera en la provincia de Ciudad Real en contar con un sistema de calefacción y refrigeración geotérmica, lo que supone una inversión inicial elevada, pero a largo plazo reducirá considerablemente los costes energéticos.
¿Cuál es el coste total de la obra y cómo se financiará?
El presupuesto total de la obra ronda los 600.000 euros, de los cuales 257.000 corresponden a la instalación del sistema de geotermia, que es la parte más complicada. La empresa encargada ha tenido que realizar 12 perforaciones de 130 metros de profundidad para aprovechar la temperatura subterránea y generar calefacción y refrigeración a través de un sistema de suelo radiante.
Por otro lado, se renovará el pavimento, que será de granito, se pintarán las paredes y techos, así como la mejora del mobiliario, especialmente de los bancos, algunos de ellos en muy mal estado.
Para financiar este proyecto, hemos solicitado un préstamo de 500.000 euros a 15 años, con un interés muy bajo. Esta cantidad se complementará con fondos propios de la parroquia, recaudados a través de colectas, y con la colaboración de los criptanenses mediante donaciones particulares e iniciativas benéficas de hermandades, asociaciones, empresas e instituciones locales.
Vox populi. Un párroco metido de lleno en faena para reformar los edificios de la Iglesia: el Convento, la Casa Parroquial, los Campamentos del Cristo y ahora el templo. ¿No le pasa factura la opinión popular, especialmente en relación a los costes de estas obras y los préstamos que tiene comprometidos la parroquia?
Entiendo las críticas, y las veo como algo positivo. Si la gente critica es porque siente la iglesia como algo suyo, y eso es bueno. Campo de Criptana es un pueblo de fe, y son muchas las personas que utilizan a diario nuestras infraestructuras religiosas: la iglesia, la casa parroquial, los campamentos del Cristo, entre otros. Hay que invertir en su mantenimiento y en su mejora y no podemos dejar que estos edificios se pierdan por muy costosas y arriesgadas que sean las inversiones. Es nuestra responsabilidad mantener estos espacios en buenas condiciones.
Respecto a los préstamos, es cierto que estamos haciendo un esfuerzo financiero importante, pero también hemos demostrado que se pueden pagar. Las obras del Cristo, que costaron alrededor de 80.000 euros, ya están liquidadas, y de los 500.000 euros que solicitamos para la construcción de la Casa Parroquial, solo quedan por pagar 190.000 euros. Ahora nos enfrentamos a otro préstamo, pero como dice el refrán, quien no arriesga no gana.
El pueblo de Campo de Criptana merece tener las mejores infraestructuras religiosas, ya que son muchos los que hacen uso de ellas.
¿Ese compromiso con la mejora de los edificios religiosos de Campo de Criptana se refleja también en las personas que están precisamente ejecutando estas mejoras?
Sin duda. Las empresas locales son las que están realizando la mayor parte de los trabajos en la iglesia. Salvo la instalación de la geotermia, que es un trabajo especializado que no se realiza aquí, todo lo demás —la construcción, la pintura y la carpintería— está siendo ejecutado por empresas de Campo de Criptana. De hecho, varias empresas locales están encargadas de la pintura y cinco firmas de carpintería están trabajando en la renovación de los bancos.
Lo que hace la iglesia en Campo de Criptana revierte en su propia comunidad.