Camuñas ha vuelto a vibrar este jueves con una de las celebraciones más singulares y sentidas de su calendario: el Corpus Christi, una festividad que aúna fe, historia, tradición y cultura popular. La celebración tiene como epicentro la ancestral Danza de Pecados y Danzantes, que despierta cada año el orgullo colectivo de un pueblo volcado por completo en mantener viva una herencia única. Documentada desde el siglo XVII, aunque con origen posiblemente medieval —siglos XIII o XIV—, esta festividad tiene su punto álgido en las procesiones del jueves y el domingo, que se celebran con la misma solemnidad y un recorrido inalterable por las calles del municipio.
Los actos más multitudinarios de este jueves comenzaron con la celebración de la Santa Misa, en la que participó la Hermandad del Santísimo Sacramento de Pecados y Danzantes, acompañada por el alcalde, Fernando Gallego Vega, representantes de Cofradías y Hermandades, y el pueblo en pleno. Una ceremonia cargada de espiritualidad que da sentido al resto de la jornada, en la que la dimensión religiosa se entrelaza con una expresión cultural de enorme valor antropológico.
Tras la Eucaristía, la plaza de la Iglesia se convirtió en el gran escenario del día. Ante el Santísimo, los Pecados y Danzantes realizaron sus tradicionales carreras y la emblemática Danza de Tejer el Cordón, un momento de altísimo simbolismo que congregó a centenares de personas. Vecinos y visitantes, con la emoción contenida y el respeto absoluto, contemplaron una coreografía que, año tras año, sigue generando admiración y devoción. Cada gesto, cada paso y cada sonido están cargados de un significado que Camuñas ha sabido conservar y proyectar con orgullo.
La Solemne Procesión del Santísimo Sacramento continuó el acto, con los Pecados y Danzantes abriendo paso al cortejo con sus carreras y danzas frente a los estandartes y la Cruz de guía. Les siguieron los miembros de la Hermandad, los niños y niñas de Primera Comunión, autoridades religiosas y civiles —encabezadas por el alcalde—, así como representantes de distintas cofradías, fieles y devotos. Todo un pueblo caminando al ritmo de la tradición, en un recorrido embellecido por alfombras florales y balcones engalanados.
El Corpus Christi de Camuñas es, más allá de una celebración religiosa, una declaración de identidad. Es el momento en que el pueblo se reconoce a sí mismo en sus ritos y en su legado. La afluencia de visitantes es masiva, prácticamente duplicando la población habitual del municipio. Pero más allá del número, lo esencial permanece: la emoción compartida, la fe intacta y una tradición que late con más fuerza que nunca en el corazón de La Mancha. El domingo, de nuevo, se celebrará el mismo ritual en el municipio.





















































Corpus de Camuñas 2025