Durante toda esta semana el voluntariado ambiental de Cruz Roja en Alcázar de San Juan ha realizado actividades de sensibilización en varios centros educativos de la localidad entorno al Día Mundial del Agua. Una exposición, talleres, juegos y dinámicas para concienciar a niños, niñas y adolescentes sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de una gestión sostenible de este recurso esencial.
En los institutos se ha llevado a cabo una dinámica sobre el consumo y ahorro del agua, que incluía información sobre el agua que se necesita para elaborar alimentos procesados y poco saludables como las hamburguesas, la pizza, las patatas fritas, las salchichas o las chuches y bebidas como zumos o refrescos. Además, en el IES María Zambrano se ha instalado la exposición Moviéndonos por el agua (el derecho humano al agua), para que vayan visitándola todas las clases con sus tutores.
En los centros de Primaria y en los centros de tarde en los que trabaja Cruz Roja se ha abordado también el consumo del agua y se han dado a los niños y niñas distintos tips para ahorrar agua en su día a día, además de realizar carteles para colocar en los baños y recordar la necesidad de hacer un uso responsable del agua.
Más de 600 niños y niñas de Alcázar de San Juan han podido participar en estos días en estas actividades de sensibilización que tienen como objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el objetivo de desarrollo sostenible nº 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.
El foco en los glaciares
El agua es un recurso fundamental para la supervivencia y la calidad de vida, por eso, este año el lema elegido por Naciones Unidas para conmemorar el Día Mundial del Agua ha sido «Conservación de los glaciares».
Los glaciares son esenciales para la vida: su agua de deshielo es vital para disponer de agua potable y para usos agrícolas, industriales y de producción de energía limpia, además de ser esencial para la salud de los ecosistemas. Pero el rápido derretimiento de los glaciares provoca que los flujos de agua se vuelvan inciertos, lo que acarrea profundas repercusiones para el planeta y sus habitantes.
Es esencial reducir las emisiones de carbono a escala mundial y adoptar estrategias locales para adaptarse al retroceso de los glaciares, pues a medida que aumenta la temperatura del planeta, nuestro patrimonio helado se reduce, y el ciclo del agua se vuelve más impredecible. Miles de millones de personas sufren los efectos de los cambios en los flujos de agua de deshielo: crecidas, sequías, deslizamientos de tierra y subida del nivel del mar.
En el contexto de nuestros esfuerzos conjuntos para mitigar el cambio climático y adaptarnos a él, la conservación de los glaciares es una prioridad absoluta. Es vital reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para ralentizar el retroceso de los glaciares. Y debemos gestionar el agua de deshielo de forma más sostenible. Por lo tanto, salvar nuestros glaciares es una estrategia de supervivencia para el planeta y sus habitantes.
La importancia del voluntariado ambiental
El voluntariado medioambiental de Cruz Roja es totalmente clave para avanzar en materia de contaminación climática y ambiental, aunque quizá sea una de las caras menos conocidas de la organización. Son muchas las personas que han integrado este discurso como una forma de vida y han decidido, de una manera u otra, participar en las actividades de voluntariado a favor del entorno y de las personas.
El área de Cruz Roja de Medio Ambiente trabaja en materia de educación en valores ambientales para la concienciación social, mejora de nuestro entorno con acciones directas de conservación y limpieza o la lucha contra la pobreza energética.
Sobre Cruz Roja
Cruz Roja Española pertenece al mayor movimiento humanitario del mundo. Colabora con entidades públicas y privadas para que la ayuda llegue a todas las personas que lo necesitan, en cualquier lugar y en el momento oportuno. Su misión es prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar a las personas.
Sus más de 248.000 personas voluntarias dan respuesta en 1.263 municipios, lo que permite atender anualmente a más de 11,9 millones de personas en los ámbitos nacional e internacional. Todo ello con el apoyo de 1,3 millones de personas socias, empresas y alianzas en todos los sectores de la sociedad.
Cruz Roja Española ha puesto en marcha un Plan de Respuesta para hacer frente a los efectos de la DANA, con una ejecución continuada en los próximos tres años que tiene como objetivo principal contribuir a la recuperación, la construcción de resiliencia y el bienestar físico, emocional y social de las personas y comunidades afectadas. El plan, con el que se pretende llegar a unas 100.000 personas, se está ejecutando en tres fases: la primera, ya realizada, de respuesta inmediata; una segunda vinculada a la recuperación para la vuelta a la normalidad, y una tercera de fortalecimiento y resiliencia para asegurar que las comunidades y las personas sean más fuertes y estén preparadas ante posibles eventos futuros de emergencias o catástrofes.
Cruz Roja Española continúa su trabajo contra todas las formas de vulnerabilidad, adaptándose y anticipándose a los escenarios de futuro, abierta a la población general, incidiendo en la contribución firme y consistente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
Cruz Roja Española pertenece al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, presente en 191 países. Actúa siempre bajo sus siete Principios Fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad.