El Congreso de los Diputados ha votado este martes a favor de la toma en consideración del nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha. La iniciativa ha salido adelante con 288 votos a favor, 13 abstenciones y 34 votos en contra, estos últimos correspondientes a Vox y UPN. ERC, Podemos y una diputada de Compromís optaron por la abstención.
El debate arrancó con las intervenciones de los tres representantes designados por las Cortes regionales: Emiliano García-Page y Ana Isabel Abengózar (PSOE) y Paco Núñez (PP). A pesar del acuerdo entre socialistas y populares, la sesión sirvió para evidenciar la rivalidad política entre los líderes de ambos partidos.
Núñez y García-Page reivindican su papel en el nuevo texto
El presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, subrayó que este Estatuto será “la base del cambio político y social que merece Castilla-La Mancha”, y defendió la necesidad de “abrir la puerta al futuro para prosperar”.
Por su parte, el presidente autonómico, Emiliano García-Page, reivindicó la “legitimidad” del PSOE en este proceso, recordando que su partido ha gobernado la región durante casi toda la democracia. Destacó además el consenso alcanzado con el PP.
La portavoz socialista, Ana Isabel Abengózar, defendió que el nuevo Estatuto es “dialogado y consensuado” y que promueve la “libertad e igualdad real y efectiva”. Añadió que el texto blinda los servicios públicos en el medio rural y refuerza la estrategia contra la despoblación.
Por su parte, el diputado popular Enrique Belda celebró la “entente cordial” con el PSOE y pidió valorar los acuerdos entre las fuerzas mayoritarias, mientras que el socialista Sergio Gutiérrez aprovechó su intervención para responder a Vox, acusando a sus diputados de “ignorantes” por criticar la creación de una agencia tributaria autonómica.
Los votos de Vox, Podemos, Sumar y los independentistas
El portavoz de Vox, Manuel Mariscal, justificó el voto en contra de su grupo calificando el texto como “una nueva estafa del bipartidismo que nadie ha pedido”. Durante su intervención, rompió un folio en señal de rechazo y afirmó que “Page y Núñez, tanto monta, monta tanto”.
Mariscal criticó las medidas estrella del Estatuto —el aumento de diputados y la creación de una agencia tributaria propia— calificándolas de “estupidez”.
Desde Podemos, Javier Sánchez Serna anunció la abstención de su grupo y criticó el texto por ser “orgullosamente bipartidista” y “blindar la austeridad”. Según el diputado, el pacto entre PSOE y PP busca proyectar a García-Page como “alternativa al PSOE de Pedro Sánchez”.
En nombre de Sumar, la diputada Engracia Rivera expresó su apoyo provisional al Estatuto, condicionado a que se incorporen reivindicaciones como la ampliación del parque público de vivienda y la garantía del derecho al aborto en la región. Calificó el debate entre PSOE y PP como “artificial” y motivado por “cálculos políticos”.
Los partidos independentistas con representación en el Congreso, PNV, Bildu y Junts, votaron a favor del nuevo Estatuto, mientras que ERC optó por abstenerse. Ninguno de ellos tomó la palabra durante el debate.







































































