El Daimiel Racing Club vivió este domingo su regreso a la Primera Autonómica Preferente con un partido lleno de emoción en el Municipal Nuestra Señora del Carmen. El conjunto de Francisco Javier Heredia debutaba en casa frente al Atlético Tomelloso y, aunque llegó a ponerse con dos goles de ventaja, terminó firmando un empate a dos que dejó un sabor agridulce entre los aficionados locales.
La primera mitad fue de mucho respeto entre ambos equipos. El Daimiel, apoyado por su público, trató de llevar la iniciativa, mientras que el Tomelloso buscaba sorprender a la contra. Pese a la intensidad y las disputas en cada balón, las ocasiones claras brillaron por su ausencia y el 0-0 inicial se mantuvo hasta el descanso.
El guion cambió tras la reanudación. El Racing salió decidido a por el gol y encontró premio muy pronto: en el minuto 47, Owolabi abrió el marcador con un disparo preciso que desató la euforia en la grada. Apenas ocho minutos después, en el 55’, Sime ampliaba distancias con el 2-0, dejando a los suyos en una situación inmejorable.
Sin embargo, el Atlético Tomelloso no se dio por vencido y fue creciendo con el paso de los minutos. Carretón recortó diferencias en el 75’, metiendo presión al cuadro local. Y cuando el choque encaraba su recta final, un penalti transformado por Berlanga en el 84’ selló el definitivo 2-2.
El pitido final dejó al Daimiel con sensaciones encontradas: la ilusión de haber mostrado un nivel competitivo en su estreno y el lamento por dejar escapar un triunfo que parecía encarrilado. Aun así, el equipo suma su primer punto en la categoría y ya piensa en la segunda jornada, donde buscará estrenar su casillero de victorias.