El Museo FORMMA de Alcázar de San Juan acogió este viernes la inauguración de la exposición “Honorio Cruz, el torero de Criptana. Del ruedo a Hollywood”, una muestra que rinde homenaje a la figura del torero y actor Honorio Cruz, a través de la mirada artística de su hijo, el pintor Enrique Cruz-Calonge. La exposición traza un recorrido vital y simbólico por la trayectoria de este singular personaje manchego que llevó su arte desde las plazas de toros hasta los grandes estudios del cine internacional.
El acto contó con la presencia de los concejales Antonio Moreno y Benjamín Gallego, además del propio artista, su padre y numerosos asistentes que llenaron el museo en una velada emotiva. “Mi padre ha sido mi motivación como artista durante muchos años”, destacó Enrique Cruz-Calonge, quien se autodefinió como expresionista abstracto. En sus obras, el artista combina elementos como el toro, la cruz, los ojos mitológicos, los molinos de viento y las plazas, tejiendo un universo simbólico que une siete historias: la taurina, la familiar, la espiritual, la mitológica, la manchega, la cinematográfica y la histórica.
Cruz-Calonge explicó que la exposición resume la vida de su padre desde sus inicios como maletilla hasta su carrera cinematográfica, una trayectoria tan singular como apasionante. Honorio Cruz participó en más de medio centenar de películas, trabajando junto a grandes nombres del cine nacional e internacional como Kirk Douglas, Burt Lancaster, Charlton Heston, Bud Spencer, Terence Hill, Bo Derek o Anthony Quinn. En España intervino en títulos emblemáticos como La vaquilla o las comedias del dúo Esteso y Pajares, y en los últimos años ha mantenido lazos con cineastas como Santiago Segura o el manchego José Mota.
El propio torero Honorio Cruz tomó la palabra para recordar sus primeros pasos en el toreo y los duros años de aprendizaje: “Me fui a Madrid sin dinero, y de allí a Salamanca, donde iba de tapia en los tentaderos. Recuerdo que en Arenas de San Juan sufrí una cornada en la parte de atrás del cuello que casi me cuesta la vida. No había enfermería como ahora; me sentaron en una caja de cerveza y me cosieron como pudieron”.
La exposición refleja, en definitiva, una vida entregada al arte y al riesgo, tanto en el ruedo como ante la cámara. El hijo rinde tributo al padre en un diálogo entre pintura, tauromaquia y cine, donde cada obra es memoria viva de una época y de un hombre que llevó el nombre de Campo de Criptana y de La Mancha a escenarios de todo el mundo.
La muestra “Honorio Cruz, el torero de Criptana. Del ruedo a Hollywood” podrá visitarse en el Museo FORMMA de Alcázar de San Juan hasta el 14 de diciembre, en horario de jueves a domingo.













































































