La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan tuvo el honor de recibir al Padre Fermín Labarga, catedrático de Historia de la Iglesia en la Universidad de Navarra, quien impartió una magistral conferencia titulada «La Iglesia Española en tiempos de Cervantes».
El evento, que tuvo lugar en el salón parroquial de Santa María la Mayor de Alcázar, congregó a numerosos socios y público interesado, exploró la profunda imbricación de la institución eclesiástica en todos los aspectos de la vida durante los siglos XVI y XVII.
A la conferencia asistieron el propio párroco de Santa María, Javier Quevedo, a quien la Sociedad Cervantina quiere agradecer las facilidades dadas para la celebración de este acto. También asistió fray Gregorio Rivera, miembro de la Congregación Franciscana de Alcázar de San Juan.
El profesor Labarga inició su exposición destacando una idea central: en la España de Cervantes, «con la Iglesia hemos topado». Esta afirmación, extraída y adaptada del Quijote, sirvió como punto de partida para describir una sociedad donde la religión no era una esfera separada, sino el epicentro de la vida privada, social e institucional.
Según el ponente, la Iglesia no solo «controlaba» los servicios esenciales, sino que era la única institución que los proveía. «No es que la Iglesia controlase la educación, la beneficencia o la atención sanitaria, es que era la única que prestaba estos servicios», afirmó Labarga.
Desde la caridad hasta la asistencia social, la Iglesia respondía a las necesidades de la población a través de una vasta red de cofradías, hospitales y fundaciones.
Un punto clave de la conferencia fue el análisis del episcopado y el impacto transformador del Concilio de Trento (1545-1563). El Concilio, en palabras del historiador, “limpió, fijó y dio esplendor” a la doctrina y práctica católicas. Instauró el arquetipo del “obispo-pastor», un líder religioso comprometido con su diócesis, obligado a residir en ella y a velar por el bienestar espiritual y material de su «rebaño». Figuras como San Carlos Borromeo en Milán, o los arzobispos de Valencia, Santo Tomás de Villanueva y San Juan de Ribera, fueron presentados como ejemplos paradigmáticos de este nuevo modelo episcopal.
La conferencia también abordó la forma en que este contexto religioso impregna la obra de Cervantes, reflejando una cultura donde la fe católica era un pilar fundamental, incluso para personajes de escasa formación como Sancho Panza.
«En el siglo XVI y XVII, la Iglesia no era una institución más; era el ecosistema en el que se desarrollaba la vida. Entender esto es fundamental para comprender no solo la historia, sino también la literatura de la época, incluida la obra inmortal de Cervantes». – Padre Fermín Labarga.
Con posterioridad a la conferencia, el Padre Labarga, junto con Carlos Mata Induráin -nuestro Socio de Honor-, participó en uno de los «Almuerzos de don Quijote» que regularmente organiza en su sede la Sociedad Cervantina de Alcázar para agasajar a sus invitados a los que agradece su visita y con los que comparte horas de conversación cuyo valor es imposible de cuantificar.
Sobre el ponente
El Padre Fermín Labarga es catedrático de Historia de la Iglesia en la Universidad de Navarra y director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Doctor en Teología y en Filosofía y Letras (Historia), es un reconocido especialista en religiosidad popular de la Edad Moderna, cofradías y procesos de canonización.








































































