El Yugo UD Socuéllamos dio este domingo otro paso adelante en su lucha por cambiar la dinámica de resultados en el Grupo V de Segunda RFEF. El conjunto azulón empató 2-2 frente al RSD Alcalá en el Paquito Giménez y consiguió, por fin, su primer punto como local, en un encuentro que dejó sensaciones muy positivas y en el que el equipo mereció más.
El ambiente desde el inicio fue especial, marcado por un emotivo minuto de silencio en recuerdo de Almudena Moreno. Con el respeto aún en el aire, el balón empezó a rodar y el Socuéllamos dejó claro que quería mandar. Presión alta, ritmo, personalidad y una idea firme: ir a por el partido desde el primer instante.
El plan funcionó. A los cinco minutos, una prolongación sutil de Juanma Porro habilitó a Iván Hujo, que regresaba tras su sanción y lo hizo por la puerta grande, definiendo con calma para poner el 1-0. La grada explotó con el primer tanto, y el equipo quiso más. Apenas tres minutos después, Carlos García firmó una jugada marca de la casa por banda izquierda, centró y Morillo rozó el segundo con un remate que obligó a una gran intervención del guardameta visitante.
La recompensa llegó antes del descanso: Juanma Porro, protagonista en el primer gol, se elevó en el área y remató con potencia un centro tenso de Morillo para firmar el 2-0 (25’). El Socu dominaba, jugaba con confianza y transmitía energía y solidez, cerrando una primera parte muy completa.
El guion cambió en la segunda mitad. El Alcalá aprovechó una transición rápida para recortar distancias (55’) y, más tarde, en el minuto 66, empató tras una acción individual que pilló a la defensa azulona descolocada. El choque se volvió más abierto y eléctrico, pero lejos de hundirse, el Socuéllamos reaccionó. Buscó portería, empujó y generó ocasiones para llevarse el triunfo. Serrano estuvo muy cerca de decidir, incluida una acción al palo que pudo cambiar la historia del duelo. También quedó la sensación de un posible penalti no señalado en los instantes finales, protestado con fuerza por la afición y los jugadores locales.
El 2-2 no refleja el esfuerzo ni la ambición del equipo, pero sí deja una lectura importante: el Socuéllamos compite, suma y mantiene la línea ascendente. Con este punto, el equipo continúa en zona baja, pero las sensaciones apuntan a que la tendencia puede seguir mejorando si se mantiene este nivel de juego.
La próxima jornada tocará viajar para enfrentarse al Navalcarnero, rival directo, en un nuevo examen para seguir creciendo. El camino es largo, pero el Socu, que es décimo sexto clasificado del Grupo V en Segunda RFEF con 7 puntos, ya ha demostrado que no piensa rendirse.




































































