La música, los recuerdos y la solidaridad se dieron la mano en Campo de Criptana durante la memorable noche del concierto de La Guardia, que reunió a varias generaciones en torno a los grandes himnos del pop español. El evento, celebrado como parte de la programación de las Fiestas 2025, tuvo lugar con un marcado carácter benéfico: toda la recaudación fue destinada a las asociaciones locales CriptanAnimal y Colonias Felinas, que trabajan activamente por el bienestar de los animales en el municipio.
Tras décadas sobre los escenarios, La Guardia volvió a demostrar que su conexión con el público sigue más viva que nunca. Canciones como “Mil calles llevan hacia ti” o “Cuando brilla el sol” fueron coreadas por un público entregado, que abarcaba desde veteranos fans hasta nuevas generaciones. “Nos encanta tocar, llevamos toda la vida en los escenarios. Ver que nuevas generaciones se suman es un gustazo. Muy bien, muy contentos, la verdad”, compartieron los integrantes de la banda desde el escenario, reafirmando su compromiso con el directo como su fuente de energía musical.
El alcalde de Campo de Criptana puso en valor el papel de la música en vivo dentro de las fiestas, recordando el éxito del concierto de Melody la noche anterior y destacando la importancia de contar con grupos emblemáticos como La Guardia: “Queríamos que Campo de Criptana coreara esos himnos generacionales. Además, este concierto tiene un fin solidario, apoyando a asociaciones que trabajan por el bienestar animal. La Guardia sigue teniendo fuerza y público”.
Desde las asociaciones beneficiarias, como CriptanAnimal, se expresó un sincero agradecimiento: “Contamos con instalaciones muy obsoletas, con problemas estructurales graves. Este tipo de actividades suponen un impulso muy importante para seguir adelante”. Además, se destacó el valor de la participación ciudadana y de la fila cero, que permite colaborar incluso a quienes no pudieron asistir al concierto.
Más allá del éxito artístico, la noche dejó claro que Campo de Criptana es un pueblo que sabe celebrar y, al mismo tiempo, cuidar. Música, memoria y compromiso se unieron en una velada en la que cada acorde fue también un gesto solidario.