La visión es uno de los sentidos más valorados por los españoles, considerado el más importante por un 90% de la población, según diversas encuestas. Sin embargo, a pesar de su relevancia, el 74% de los ciudadanos no acude a revisiones ópticas u oftalmológicas de forma regular, a pesar de que la mayoría de las enfermedades visuales pueden prevenirse con controles periódicos.
Los especialistas recomiendan realizarse al menos una revisión anual para detectar problemas a tiempo y evitar complicaciones irreversibles. Se estima que más del 70% de los casos de ceguera podrían evitarse con un simple examen visual cada año. Sin embargo, muchas personas no son conscientes del riesgo que supone no controlar su salud ocular hasta que el daño es irreversible.
Principales enfermedades que amenazan la visión
Entre las afecciones más comunes que pueden provocar pérdida de visión o ceguera en España destacan la retinopatía diabética y el glaucoma, ambas prevenibles si se diagnostican a tiempo.
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta a los vasos sanguíneos de la retina, provocando fugas de líquido, cierre de los capilares o la formación de vasos anómalos, lo que puede derivar en pérdida progresiva de visión. Esta enfermedad puede detectarse antes de que aparezcan síntomas mediante un fondo de ojo. Actualmente, en algunos centros ópticos es posible realizar esta prueba con un retinógrafo no midriático, que permite obtener imágenes de la retina sin necesidad de dilatar la pupila, proporcionando un informe oftalmológico completo en un plazo de 24 a 48 horas.
Por otro lado, el glaucoma es una patología que daña el nervio óptico debido al aumento de presión dentro del ojo. Su principal peligro radica en que no presenta síntomas en sus primeras etapas, por lo que muchos pacientes desconocen que lo padecen hasta que el daño es irreversible. Conocido como el “ladrón silencioso de la visión”, el glaucoma es una de las principales causas de ceguera en personas mayores de 60 años. Si no se detecta y trata a tiempo con medicamentos o cirugía, el campo visual del paciente se va reduciendo progresivamente hasta la pérdida total de la visión.
La importancia de la prevención
Para evitar estas y otras enfermedades visuales, los especialistas insisten en la necesidad de acudir al óptico u oftalmólogo al menos una vez al año. La detección temprana a través de pruebas como la toma de presión intraocular o el fondo de ojo permite tratar muchas afecciones antes de que causen daños irreversibles.
Pese a la facilidad de acceso a estos exámenes y su importancia para la salud visual, el bajo índice de revisiones en España sigue siendo preocupante. Con una simple evaluación anual, miles de casos de ceguera podrían evitarse, mejorando la calidad de vida de la población y reduciendo la incidencia de enfermedades visuales graves.