La historia de Makeupbyluisma empieza en Campo de Criptana, donde el joven Luisma Díaz-Plaza Cruz descubrió que su interés por el arte del maquillaje podía ir más allá de un simple hobby.
Pero antes de tener un nombre artístico, Luisma se describe como una persona enérgica y curiosa, con la necesidad constante de aprender y tocar distintos ámbitos creativos. Esa inquietud empezó en su pueblo, Campo de Criptana, un lugar que él mismo describe como “localidad artista” y que, según cuenta, contribuyó a despertar todas sus facetas: música, interpretación y pintura. Pasó por el conservatorio, por la escuela de teatro y por clases de artes plásticas, un recorrido que alimentó su sensibilidad incluso antes de pensar en el maquillaje.
«Con 16 años me regalaron mi primera paleta de maquillaje»
El maquillaje llegó a su vida casi por casualidad, cuando en enero de 2021 recibió su primera paleta con 16 años. Tras la pandemia, había pasado tiempo viendo vídeos y practicando como hobby. Lo que todavía no intuía es que aquel interés acabaría convirtiéndose en una alternativa profesional real.
En ese momento cursaba Bachillerato de Ciencias con la idea de estudiar Medicina. Le atraía la estética y se imaginaba dedicándose a la cirugía plástica. Aun así, la idea del maquillaje aparecía y desaparecía en su cabeza: sentía que se le daba bien, que lo disfrutaba y que quizá merecía explorar esa vía.
Luisma comenzó Medicina, pero la presión y el desgaste emocional de la carrera le llevaron a replantearse todo. Aquella “mosca detrás de la oreja” volvió con fuerza: ¿y si se dedicaba a lo que realmente le hacía feliz? Tras un año y medio de estudios, dejó la carrera y decidió formarse como maquillador.
Formación profesional
No había pasado ni una semana desde que dejó los estudios cuando comenzó a buscar academias por Madrid para encontrar un lugar donde formarse. Explica que en el sector hay centros “muy obsoletos”, con profesionales que ya no trabajan en un campo que cambia constantemente. Tras comparar varias opciones, optó por una academia menos conocida pero, para él, la más completa.
Comenzó con un curso de peluquería de plató, una formación que considera indispensable para complementar el maquillaje. Lo cursó entre abril y julio y después se matriculó en belleza y moda, artístico y creación de personajes, y caracterización y efectos especiales. Optó por hacer los tres en un solo año.
Identidad artística
El salto del maquillaje convencional al artístico supuso un reto. En belleza y moda trabajan un rostro en un par de horas; en artístico, deben completar desde la raíz del pelo hasta la cintura en apenas cuatro. Eso le obligó a Luisma aprender a pensar y ejecutar al mismo ritmo, a dominar materiales y tiempos sin posibilidad de borrar.
Ese proceso le ha demostrado su capacidad: “cuando empecé a hacer un cuerpo entero, me sorprendí a mí mismo”, explica. Su reciente inicio en aerografía, pese a la dificultad, le ha dado trabajos de los que se siente especialmente orgulloso.
A la hora de crear, parte de referencias visuales o ideas que reúne de Internet. Reúne varias imágenes, mezcla elementos y deja margen a la improvisación: sabe que rara vez acaba replicando exactamente una foto.
Aunque cree que aún es pronto para hablar de un sello propio, reconoce que tiende a orientar sus trabajos hacia lo alternativo, añadiendo elementos como cejas decoloradas, piel más pálida o pequeños detalles que transforman maquillajes más básicos.
Colaboraciones y servicios
A pesar de estar en plena formación, ya ha tenido experiencias profesionales. Participó en el rodaje del cortometraje La línea roja como asistente de maquillaje, una oportunidad que le llegó a través de una de sus profesoras. Destaca el ambiente familiar de un equipo pequeño y el aprendizaje que le dio convivir con todos los departamentos: vestuario, iluminación, cámara o arte.
También ha colaborado con el maquillador criptanense Manu Moreno. Moreno, que trabaja en una agencia de Madrid, le llamó para asistirle en un desfile de moda de un diseñador con trayectoria reconocida.
Actualmente ofrece maquillaje y peluquería para eventos —novias, invitadas y otros encargos—, además de su interés creciente por producciones audiovisuales y escénicas. Le gustaría trabajar en cine, televisión o teatro, y no descarta, a largo plazo, dirigir el departamento de maquillaje de un gran musical o participar en giras internacionales.
Además, prepara un proyecto en Campo de Criptana junto a Montse Villanueva, previsto para 2026, cuyos detalles aún no puede desvelar.
Para los jóvenes que sueñan con dedicarse al arte
Su mensaje es simple: empezar con lo que se tenga, sin presión. Cree que hoy cualquiera puede aprender con un móvil y que es importante recordar tanto el valor del propio pueblo donde uno se ha criado como las oportunidades que existen fuera. Aconseja no dejarse llevar por el miedo a la inestabilidad del sector y avanzar paso a paso.
La forma más sencilla de contactar con Makeupbyluisma es a través de sus redes sociales. Prepara también un enlace a una página web donde mostrará sus servicios y datos de contacto que estará disponible próximamente.










































































