Comprar motos de segunda mano no es solo cuestión de ahorrar, también puede ser una forma inteligente de conseguir una buena máquina sin dejarte un dineral. Eso sí, no todo lo que brilla es oro, y en este mercado hay que saber moverse. Si sabes qué buscar y dónde hacerlo -como en plataformas especializadas tipo Motoportunidad-, es mucho más fácil dar con una moto que valga realmente la pena.
No todas las motos usadas son un riesgo
Hay quien escucha eso de “motos de segunda mano” y se imagina directamente una chatarrería. Nada más lejos. Hoy, muchas personas venden motos cuidadas, con pocas caídas, mantenimientos al día y en perfecto estado. Pero claro, hay que saber distinguir lo bueno del desastre con ruedas. El truco está en saber qué mirar, qué preguntar y, sobre todo, dónde comprar. Por eso cada vez más gente se apoya en plataformas como Motoportunidad.com, que filtran mucho mejor que cualquier buscador genérico.
Por qué el kilometraje no lo es todo
Es lo primero que mira casi todo el mundo. Y sí, importa, pero no es lo más importante. Una moto con 60.000 km bien cuidada puede estar mejor que otra con 15.000 km sin mantenimiento. Hay que mirar también el tipo de uso que ha tenido. Una moto usada en carretera abierta sufre menos que una que ha estado todo el día en ciudad o haciendo repartos.
Modelos que aguantan mejor el paso del tiempo
Hay motos que están hechas para durar. Algunas naked de marcas japonesas, ciertas trail y scooters bien diseñados aguantan años sin apenas quejarse. No se trata solo del motor: es también la calidad de los plásticos, los acabados, la suspensión. Si buscas en sitios especializados, puedes filtrar por modelo y ver cuáles tienen mejor reputación en durabilidad y mantenimiento.
Saber detectar una ganga sin caer en la trampa
Las gangas existen, pero son raras. Si ves una moto con precio muy por debajo del mercado, haz más preguntas. ¿Tiene golpes? ¿Está embargada? ¿Hay prisa por vender? A veces hay razones legítimas, otras no. Lo mejor es pedir siempre un informe de tráfico y mirar el historial de la moto. Muchas plataformas ya te lo incluyen en la ficha, lo cual te evita sorpresas.
Qué mirar al probar una moto usada
Si tienes opción de probarla antes de comprar, hazlo. Presta atención al arranque en frío, al sonido del motor, a si vibra demasiado o si el cambio rasca. Fíjate también en detalles como los neumáticos, los frenos o los amortiguadores. No hace falta ser mecánico: si algo no suena bien, probablemente no lo esté.
Las motos más buscadas del mercado de segunda mano
Hay modelos que se venden solos. Las Honda CB500, las Yamaha MT, las Kawasaki Z… Son motos que tienen buena fama porque son fiables, fáciles de conducir y con un mercado muy activo. Esto también significa que son fáciles de revender si después quieres cambiar. En sitios como Motoportunidad suelen tener siempre una buena selección de estas marcas.
Cuánto deberías pagar por una moto de segunda mano
No hay un precio fijo, pero sí rangos. Una moto con menos de cinco años y buen estado ronda entre el 60% y el 70% de su precio nuevo. Si ves que te piden más que eso, y no tiene mejoras destacables, desconfía. Y si está muy por debajo, asegúrate de que no haya algo escondido.
Dónde está el valor real de una moto usada
Más allá del precio, lo que te llevas es una sensación. La libertad de tener una moto propia, sin ataduras, sin cuotas eternas. Y si haces bien la compra, puedes tener una moto genial a precio ajustado. La clave está en buscar bien, no precipitarse y usar plataformas donde ya se hayan tomado el trabajo de filtrar lo que vale la pena, como hacen en Motoportunidad.com.