En Alcázar de San Juan, un deporte histórico comienza a renacer con fuerza: el rugby. De la mano de Fernando Gimeno, un apasionado exjugador, surge una nueva escuela dirigida a niños y niñas de entre 6 y 10 años. Motivado por su amor por el rugby y los valores que este deporte enseña, Gimeno ha decidido crear un espacio donde los más pequeños de toda la comarca puedan descubrir y disfrutar de esta disciplina.
El impulsor de esta escuela inicia este proyecto con gran ilusión: “Siempre he sido aficionado y jugador de rugby, y me di cuenta de que Alcázar tiene una gran oportunidad de conocer este deporte. Me acerqué al club local, Gigantes de la Mancha, y compartimos la idea de crear una escuela que forme desde la base, enseñando mucho más que habilidades físicas”, explicó.
Este deporte, conocido entre otras cosas por su tercer tiempo, es sinónimo de camaradería dentro y fuera del campo. Según Gimeno, el rugby destaca por ser un deporte de gran respeto y solidaridad. “Es un deporte en el que nadie juega solo. Todos deben colaborar para lograr un ensayo. Además, después del partido, ambos equipos se reúnen para compartir y celebrar, independientemente del resultado. Eso fomenta un respeto absoluto por el rival y por el árbitro, quien es la autoridad máxima en el campo”.
La escuela estará abierta tanto a niños como a niñas, aspecto en el que Gimeno ha destacado que la igualdad de género es clave en su proyecto. «No se trata de separar a los chicos de las chicas. En estas edades las diferencias físicas son mínimas, por lo que compartirán ejercicios de forma mixta. La idea es fomentar el compañerismo y la participación de todos«, añadió.
Entrenamientos en un entorno privilegiado
Los entrenamientos tendrán lugar los viernes por la tarde y los sábados por la mañana en el Polideportivo Municipal de Alcázar, utilizando un campo de hierba natural, algo que Gimeno califica como “un auténtico lujo”. «Es raro tener un campo de hierba natural, y eso da seguridad a los niños, porque aunque se caigan, el riesgo de hacerse daño es mínimo», señaló.
La escuela de rugby también quiere desterrar la imagen de un deporte demasiado físico o rudo para los niños. Gimeno aclaró que, en las categorías más jóvenes, el rugby se juega de manera diferente, enfocándose en la evasión y no en el contacto agresivo. «En estas edades no se trata de chocar o placar como en los niveles superiores. Aquí los niños aprenderán a evadir, a moverse y a jugar en equipo, siempre bajo normas que priorizan su seguridad», puntualizó.
El rugby, una experiencia enriquecedora para niños y padres
Para aquellos padres que tengan dudas, Gimeno los invita a ver en primera persona cómo se desarrollan los entrenamientos. “No hay nada que temer. Los animaría a venir, a ver cómo lo hacemos y lo bien que lo pasan sus hijos. El rugby es un deporte divertido y seguro. Y estoy convendido de que una vez que lo prueben, se engancharán”, comentó.
Los interesados en obtener más información sobre la escuela pueden contactar a Gimeno a través de Instagram en @frontrow_rugby_alcazar, o llamarlo directamente en el teléfono 630 990 142.
El rugby, con sus valores de respeto, disciplina y trabajo en equipo, promete convertirse en una opción atractiva para las nuevas generaciones en Alcázar de San Juan.










































































