El Museo del Vino de Valdepeñas ha sido el escenario del último acto del programa Legado Quijote, impulsado por la Diputación de Ciudad Real.
El encuentro contó con la participación de la vicepresidenta del Área de Impulso Sociocultural y Turístico, Mª Jesús Pelayo; el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín; y la diputada provincial Vanessa Irla, además de alumnado del Instituto Gregorio Prieto. La jornada incluyó las intervenciones de dos referentes de la comunicación enogastronómica: Joaquín Parra, director de la Guía Wine Up, y María Morales, chef y comunicadora gastronómica conocida por su paso por MasterChef.
Reforzar la identidad manchega desde la cultura del vino
El programa “Legado Quijote” busca consolidar un espacio de reflexión en torno a la cultura cervantina y al patrimonio enogastronómico manchego. La iniciativa pretende potenciar la comunicación gastronómica como motor cultural y turístico, además de vincular valores quijotescos como el esfuerzo, la autenticidad y la generosidad con la tradición culinaria regional.
Durante su intervención, Pelayo destacó la importancia de acercar la cultura y la formación a toda la provincia, así como el papel del sector vitivinícola y sus profesionales. Agradeció la acogida del Ayuntamiento de Valdepeñas y del Museo del Vino, subrayando la estrecha relación entre arte, territorio y obra cervantina.
“Tenemos mucha historia, productos de calidad y un embajador universal que es Don Quijote. Queremos generar identidad y un sentimiento de orgullo por una tierra maravillosa”, afirmó la vicepresidenta.
Pelayo reconoció también la implicación del Instituto Gregorio Prieto, resaltando el valor educativo de acercar a los jóvenes a figuras destacadas de la cocina y la enología como Morales y Parra.
Valdepeñas, enclave enológico y cervantino de referencia
La vicepresidenta explicó la elección de Valdepeñas como sede del encuentro, recordando su relevancia histórica en el ámbito del vino y la cultura. También mencionó la figura del artista Gregorio Prieto, cuyo legado ofrece una mirada singular del Quijote.
Pelayo repasó además anteriores actos del programa celebrados en Alcázar de San Juan, Tomelloso y Puertollano, con la participación de divulgadores como Roberto Brasero o jornadas dedicadas al papel de la mujer en la comunicación cultural, tomando como referencia a Dulcinea.
El objetivo principal del programa es fortalecer el orgullo de pertenencia a una tierra rica en patrimonio cultural, gastronómico y humano.
Por su parte, el alcalde Jesús Martín reflexionó sobre la esencia de la cocina manchega, “nacida de la escasez” y marcada por la creatividad. Recordó que Castilla-La Mancha, tradicionalmente descrita como “tierra sin agua”, ha forjado una gastronomía basada en el ingenio y el aprovechamiento de los productos locales, un rasgo que enlaza directamente con el espíritu del Quijote. “El Quijote retrata a una tierra que ha sobrevivido con imaginación”, afirmó Martín, reivindicando que difundir esta tradición culinaria contribuye a reforzar la autoestima colectiva.
El encuentro incluyó reflexiones y demostraciones sobre la comunicación enológica, las tendencias gastronómicas y la importancia de la divulgación para posicionar los productos manchegos en el panorama nacional. Tanto Parra como Morales realizaron dinámicas con el alumnado para despertar su interés por la cultura del vino y el patrimonio gastronómico de la región.











































































