Coincidiendo con la conmemoración, este jueves 27 de enero, del Día Internacional del Holocausto, Wenceslao Fernández Gómez, vecino de Arenales de San Gregorio y asesinado en el campo de concentración de Mauthausen, ha recibido el homenaje de su pueblo natal.
Un acto de reconocimiento, enmarcado en el ‘Proyecto Stolpersteine’ que está desarrollando la UNED en colaboración con la Diputación provincial, en memoria de los 104 ciudadrealeños que perecieron en los campos de concentración nazis.
Acompañado por responsables de la UNED, de la vicepresidenta tercera de la Diputación provincial, Noelia Serrano, vecinos y familiares, como sus sobrinas Carmen Pilar Merino y Dorotea Carramolino, quienes, emocionadas, han tenido palabras de recuerdo para su tío, contando el porqué de su exilio, el alcalde de Arenales, Iván Olmedo, ha agradecido la puesta en marcha de este proyecto y ha destacado “la suerte que tenemos la ciudadanía de vivir en democracia”. “Un país donde el conflicto se resuelve con la palabra y no con las armas”, explicaba.
En este punto, a tenor de la actualidad internacional, Olmedo se ha referido a la situación de Ucrania como un error que recuerda a tiempos pasados, asegurando “que los valores democráticos y de libertad tienen que estar por encima de cualquier otra cuestión”.
Palabras de recuerdo compartidas por la vicepresidenta tercera de la Diputación provincial, Noelia Serrano, quien ha agradecido la labor que la UNED está llevando a cabo a través del proyecto ‘Mapas de Memoria’ para recuperar la “memoria de nuestra provincia”.
El ‘adoquín de la memoria’ de Wenceslao Fernández Gómez, asesinado el 28 de noviembre de 1941, luce ya en la puerta donde nació en 1907.
Proyecto Stolpersteine
Jorge Moreno y Alfonso Villalta, investigadores de la UNED y responsables del proyecto ‘Mapas de Memoria’, durante su intervención han explicado en qué consiste el proyecto Stolpersteine. Una iniciativa del artista alemán Gunter Demnig, que recuerda a las víctimas del holocausto a través de la instalación de unos pequeños bloques de cemento de forma cúbica con una placa de latón que tienen grabados los datos de la persona perseguida. Son “adoquines de memoria” en homenaje a las víctimas del nazismo entre 1933 y 1945.
Actualmente hay más de 75.000 stolpersteine colocadas en más de 20 países. Se trata, por tanto, del mayor monumento descentralizado del mundo.
En Ciudad Real fueron 104 los vecinos que perecieron en el campo de exterminio nazi de Mauthausen. Mapas de Memoria coordina la colocación de los Stolpersteine en la provincia con el objeto de restituir la dignidad y la memoria de estas víctimas del nazismo.