Como cada 2 de febrero, coincidiendo con la festividad de La Candelaria, la patrona de Alcázar de San Juan, la Virgen del Rosario, ha vuelto a salir de su Iglesia para recorrer en procesión las calles aledañas a la Plaza de Santa María.
Una festividad cuyos actos se han restringido, suspendiendo le realización de los oficios por parte una familia, y se han centrado en la celebración de una eucaristía, la bendición de las Candelas y la procesión de la Virgen por su recorrido tradicional. Una procesión en la que la imagen de la patrona de Alcázar ha estado acompañada por el párroco de Santa María, Javier Quevedo, las damas de la Virgen, miembros de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario Coronada, representantes de hermandades y cofradías, fieles y devotos.
Destacar que en esta festividad que las mujeres que han sido madres a lo largo del pasado año también han participado en la presentación de sus hijos a la Virgen, tal y como es habitual en la localidad.
La Virgen ha lucido con todo su esplendor después de la reciente restauración que se ha realizado en el taller del escultor Sevillano, Juan Manuel Miñarro, de donde regresó el pasado 22 de enero. Asimismo, como dato curioso, señalar que la patrona de Alcázar es en esta fiesta de La Candelaria la única vez que porta al Niño.








































































