El colesterol es una molécula indispensable para la vida, desempeña funciones estructurales y metabólicas que son vitales para el ser humano. Necesitamos una cantidad de colesterol en nuestro organismo para poder sintetizar sales biliares, que nos ayudan a digerir las grasas, para poder sintetizar hormonas sexuales, y además porque el colesterol forma parte de las membranas de los animales.
El colesterol de nuestro organismo procede de lo que absorbemos de los alimentos y del elaborado por el hígado fundamentalmente. Este colesterol pasa a la sangre donde es transportado por unas proteínas especiales las lipoproteínas, entre las que destacan las de alta densidad -HDL- y las de baja densidad -LDL, para ser distribuido hacia los diversos aparatos y sistemas del cuerpo humano.
El colesterol LDL, también llamado “colesterol malo”, contribuye a la formación de depósitos grasos en nuestras arterias, mientras que el colesterol HDL o “colesterol bueno”, actúa alejando el colesterol LDL de las arterias y favorece su transporte al hígado, donde se almacenará o metabolizará.
• ¿Cuáles son los niveles normales de colesterol?
Se recomienda como norma general, mantener el colesterol total por debajo de 200 mg/dl. Se considera normal- alto entre 200 y 240 mg/dl y alto cuando está por encima de los 240 mg/ dl.
• ¿Por qué hay que controlar el colesterol?
Cuando las cifras de colesterol no se mantienen entre los límites que se consideran “normales”, las células no son capaces de absorber el colesterol que circula por la sangre y el exceso se va depositando en la pared de las arterias, pudiendo originar enfermedades tan graves como el infarto el ictus.
• ¿Qué se puede hacer para mejorar los niveles de colesterol?
Hacer ejercicio en forma regular reduce el LDL- colesterol y aumenta el HDL-colesterol o colesterol bueno. Se recomienda el ejercicio físico aeróbico: caminar, carrera suave, bicicleta, preferiblemente e 30 minutos al día.
Perder peso puede aumentar el colesterol bueno, sobre todo si se tiene mucho acúmulo de grasa en la cintura.
La dieta debe ser variada, equilibrada y baja en grasas. Se debe limitar tanto la grasa total como la grasa saturada. Esta última se encuentra en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, productos horneados y alimentos procesados y fritos.
Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra es muy recomendable porque ayudan a evitar que el tracto digestivo absorba el colesterol.
Dejar de fumar es también una buena recomendación para controlar el colesterol. Existen numerosas investigaciones que revelan cómo abandonar el tabaco tiene un efecto rápido y positivo sobre nuestro colesterol. Ayuda a rebajar nuestros niveles de colesterol malo y a incrementar los de colesterol bueno.
Por último, cabe mencionar que existen algunos tratamientos fitoterápicos como la lecitina de soja, el aceite de salmón o los fitosteroles que resultan muy eficaces para ayudar a reducir los niveles de colesterol.
Si no son suficientes las medidas anteriores, el médico puede prescribir un medicamento para ayudar a disminuir el colesterol. Es importante continuar con el estilo de vida saludable y tomar la medicación como se la han prescrito.
Recuerde que ante cualquier duda sobre el uso del medicamento, el farmacéutico le puede ayudar.
Sagrario Pérez de Agreda Galiano
Farmacéutica Centro de Información del Medicamento
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real






































































