En la consulta de un dietista-nutricionista es muy común escucharla expresión “No he podido seguir la dieta porque he tenido ansiedad y he estado picando”.
Existe un porcentaje elevado de personas que comen emocionalmente, cansados de hacer dietas una y otra vez, pensando que no lograrán alcanzar sus objetivos porque les falta fuerza de voluntad. Es entonces cuando debemos pensar que quizás la dieta no es lo único que debemos tener en cuenta.
¿Qué es el hambre emocional?
El hambre emocional implica utilizar la comida para satisfacer sensaciones o emociones negativas, como la ansiedad, enfado, tristeza, rabia, aburrimiento con la finalidad de reducir ese “malestar”. Tenemos que saber diferenciar entre hambre emocional y hambre fisiológica.
¿Cuándo surge lo que es conocido como hambre emocional?
Los desencadenantes del mismo pueden estar derivados de muchas circunstancias personales que manejadas de manera errónea pueden llegar a producir situaciones de estrés, ansiedad, insomnio, apatía, etc.
El estado de ánimo y los conflictos que derivan del mismo pueden mandar información al cerebro de la necesidad irresistible de paliarlos con la comida, un error que nos hará perder el control en los famosos atracones.
¿Qué factores pueden desencadenar en el hambre emocional?
EL hambre emocional está relacionada con nuestras emociones. Un día malo, discusiones, preocupaciones, estrés, ansiedad, etc.
¿Las dietas restrictivas pueden desencadenar en hambre emocional?
Sí, una dieta siempre debe estar adaptada a las necesidades del paciente. Si seguimos una dieta restrictiva, baja en calorías, planes detox, etc pueden desencadenar en atracones.
Si un día tienes un atracón, ¿tienes un problema?
No, todos hemos tenido alguna vez necesidad de comer descontroladamente o más cantidad de la necesaria. Tenemos un problema cuando ese atracón se repite constantemente, nos crea ansiedad y no sabemos cómo debemos solucionarlo.
¿Qué podemos hacer para solucionarlo?
Lo más adecuado es trabajar la base de nuestros problemas siendo beneficioso acudir a un experto para tratar los mismos.
Si conoces como funcionan tus emociones serás capaz más fácilmente de controlar todas esas situaciones negativas que pueden derivar de las mismas, incluidos los desajustes nutricionales.
Si estás pensando en pedir ayuda para empezara cambiar hábitos y mantener un peso adecuado asegúrate de que contactas con profesionales que trabajen en un equipo multidisciplinar, dietista-psicóloga, para asegurarte un cambio más positivo y sin emociones negativas que puedan provocarte problemas mayores.
Carmen Mohíno Chocano
Farmacéutica – Nutricionista
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real






































































