Paxlovid es el primer antiviral oral contra la COVID-19 autorizado en la Unión Europea. Al igual que sucedió con las vacunas frente al COVID-19, Paxlovid ha recibido una autorización condicional. Esta modalidad de aprobación significa que se espera obtener más información sobre este medicamento y que la Agencia Europea del Medicamento revisará la información nueva al menos una vez al año, actualizando la ficha técnica cuando sea necesario.
Se trata de un antiviral compuesto por dos fármacos diferentes. Uno es el PF-07321332, conocido como nirmatrelvir, diseñado específicamente para actuar frente al SARS-CoV2 y el segundo es el ritonavir, ampliamente utilizado para el VIH. El primero actúa impidiendo que el virus se multiplique mientras que el ritonavir impide el metabolismo del nirmatrelvir haciendo que el nivel en sangre de ese principio activo sea el adecuado.
Está indicado para el tratamiento de la COVID-19 en adultos que no requieren aporte de oxígeno suplementario y que tienen un riesgo alto de progresar a COVID-19 grave.
Paxlovid se debe administrar lo antes posible tras el diagnóstico de COVID-19 y dentro de los 5 días posteriores al inicio de los síntomas. El tratamiento completo dura 5 días y la ficha técnica especifica que no se debe interrumpir, aunque el paciente mejore.
Se observaron efectos adversos frecuentes hasta 34 días después de haber administrado la última dosis, en particular alteración del sentido del gusto, diarrea, dolor de cabeza y vómitos.
El principal problema para su uso son las numerosas interacciones que se pueden presentar, lo que va a dificultar en muchas ocasiones la posibilidad de utilizarlo.
En cuanto a su eficacia, se ha medido en un ensayo clínico en el que se incluyeron participantes adultos sintomáticos no hospitalizados con un diagnóstico confirmado por laboratorio de infección por SARS-CoV-2 con al menos 1 factor de riesgo de evolucionar a enfermedad grave (tener más de 60 años, padecer diabetes, sobrepeso, enfermedad pulmonar crónica, inmunosupresión, enfermedad cardiovascular, hipertensión, cáncer, enfermedad renal, ser fumador…). Se excluyeron a las personas con antecedentes de infección o vacunación previa por COVID-19.
Paxlovid redujo el riesgo de hospitalización o muerte en un 89% administrado en los tres días siguientes al inicio de los síntomas y en un 88% administrado en los cinco días siguientes al inicio de los síntomas en comparación con el placebo.
Paxlovid supone un avance en la lucha contra la COVID 19 ya que abre la posibilidad del tratamiento específico del virus en casa y puede ser la punta de lanza para la aparición de nuevos fármacos de este tipo.
Sagrario Pérez de Agreda Galiano.
Farmacéutica del Centro de Información del Medicamento
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real






































































