El sol nos encanta, nos vemos más guapos, morenitos estamos más vitales, y nos ayuda a sintetizar la vitamina D, pero el sol nos engaña, porque bajo esa apariencia de felicidad nos va produciendo fotoenvejecimiento , manchas, flacidez, arrugas y en el peor de los casos melanoma.
Lo primero que hay que tener claro es que los tiempos están cambiando y afortunadamente los laboratorios de cosmética están continuamente innovando en el campo de la fotoprotección, ya no vale pedir una crema para la cara y otra para el cuerpo, cada vez somos más conscientes de las patologías de nuestra piel y estamos más informados.
Desde el uso de las mascarillas hay más casos de acné, rosácea, dermatitis…todo esto es un dato a tener en cuenta a la hora de elegir un fotoprotector, puesto que hay fotoprotectores específicos para cada patología al igual que para cada tipo de piel, seca, grasa, mixta…teniendo esta ventaja por qué no hacerlo. La verdad es que hay un abanico de posibilidades, por eso hay que ponerse siempre en manos de un profesional.
Están los fotoprotectores minerales que reflejan la luz, estos fotoprotectores no se absorben, por lo que son ideales para pieles sensibles, dermatitis, pieles grasas… todos sabemos que a los bebes no hay que exponerlos directamente a la luz solar, pero aun cuando los llevamos en el cochecito hay que protegerlos del sol y estos fotoprotectores son los más indicados.
También tenemos los fotoprotectores químicos absorben la radiación como si fuera una esponja, estos interaccionan directamente con nuestra piel.
Los biológicos como las cápsulas palian el estrés oxidativo, es ideal en caso de alergias, hay que utilizarlos todo el verano, pero aun así hay que protegerse.
También existen los aceites que aceleran el bronceado al mismo tiempo que protegen.
Para mí lo más top son los autobronceadores, que cada vez están mejor formulados y aplicándolos bien no dejan marcas y es una alternativa perfecta para estar bronceados todo el año sin exponernos directamente a la luz solar, hay que tener en cuenta que no protegen frente a los rayos solares y hay que seguir usando fotoprotector.
Para terminar, simplemente recordaros que hay que aplicarlos los 365 días del año, haya o no exposición solar, incluso si nos quedamos en casa, porque hasta en casa con los dispositivos electrónicos estamos expuestos a la radiación y que hay que ir reaplicando continuamente cada dos horas porque la primera aplicación no es suficiente y va perdiendo eficacia y no valdría para nada, y muy importante también comentar que hay medicamentos fotosensibilizantes como algunos analgésicos, antibióticos, anticonceptivos y por esta época un especial cuidado para quien esté tomando antihistamínicos.
Como podéis ver, hay una gran variedad de fotoprotectores indicados para cada tipo de piel y patologías por lo que lo mejor será siempre que os recomiende un profesional, y desde la farmacia Laura Quintana estaremos encantados de ayudarte.
María Gragera Pando
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real






































































