El pasado 31 de mayo se celebró el día mundial sin tabaco para llamar la atención sobre el tabaquismo, que no olvidemos que es una enfermedad que sigue afectando a millones de personas.
Se trata de la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria, es decir, que la herramienta más importante para su abordaje es la educación y la concienciación. De ahí la necesidad de días como este.
El consumo de tabaco es la segunda causa mundial de muerte, por detrás de las cardiopatías. De hecho, el 17% de estas cardiopatías se deben al tabaquismo, y en términos generales mata cada año a 7 millones de personas.
Por ponerlo en perspectiva, el tabaquismo es responsable de la muerte de uno de cada diez adultos en todo el mundo.
Concienciarnos de la necesidad de dejar de fumar
Es complicado porque el tabaco está muy arraigado en la sociedad, en la cultura, en el cine y por eso a día de hoy sigue teniendo una imagen social todavía bastante aceptada a pesar de lo dañino que es. Sigue siendo un problema sobre todo entre la gente joven. Sin embargo, hay que decir que de cada 3 personas que fuman, 2 quieren dejarlo, y la mitad de los fumadores ha intentado dejar de fumar cada año.
¿Qué impacto tiene el consumo de tabaco en la sociedad?
El tabaco es perjudicial para todos y en todos los sentidos: causa enfermedades, muertes, empobrece a las familias, impacta en el medio ambiente y debilita las economías nacionales, por el aumento del gasto sanitario.
¿Qué repercusión tiene el tabaquismo en la salud?
Para empezar, es la principal causa de los casos de cáncer de pulmón, de laringe, faringe, y provoca cáncer en órganos internos de toda índole, además de leucemia.
Fumar incrementa el ritmo del corazón y la presión arterial, y endurece las arterias, aumentando el riesgo de padecer una enfermedad coronaria.
Causa enfermedades respiratorias a nivel de bronquios y alveolos. Existe riesgo de padecer bronquitis crónica y enfisema que puede desembocar en enfermedades como la EPOC
Por otra parte, el tabaco disminuye la fertilidad en hombres y mujeres, puede provocar disfunción eréctil y riesgo de abortos y complicaciones en el parto.
Afecta a la belleza ya que amarillea los dientes y provoca enfermedad periodontal. Acelera el envejecimiento de la piel y aparecen arrugas prematuramente.
¿Qué beneficios tiene realmente dejar de fumar?
Si hacemos un viaje hacia el futuro nos damos cuenta de lo motivador que puede llegar a ser el ir avanzando en este proceso:
-A los 20 minutos el ritmo cardiaco y la Presión arterial baja a valores normales.
-A las pocas horas de dejar el tabaco, aumenta el oxígeno en el cuerpo y disminuye el dióxido de carbono.
-En 24 horas disminuye la mucosidad y la tos.
-En 2 días, se normalizan los sentidos del olfato y del gusto, lo cual también es muy motivador.
-En dos semanas notamos mayor rendimiento en el ejercicio físico.
-En unos seis meses, la tos desaparece, así como la frecuencia de infecciones respiratorias.
-En un año, el riesgo de tener un infarto se reduce a la mitad.
-En 10 años, la posibilidad de tener cáncer de pulmón se reduce a la mitad.
-Por último en 15 años, el riesgo de un infarto de miocardio será igual al de una persona no fumadora y los pulmones están totalmente restablecidos.
El tabaco, además de ser un riesgo para la salud, también lo es para el Medioambiente
Hay que tener en cuenta que se cortan 600 millones de árboles para fabricar cigarrillos, y esto contribuye a la desertización
Se emiten 84 millones de toneladas métricas de CO2 a la atmósfera que contribuyen a aumentar la temperatura del planeta.
Y por último se usan 22 mil millones de litros de agua que es un dato que asusta especialmente a día de hoy.
El fumador pasivo también tiene consecuencias
No damos la importancia que se merece al fumador pasivo. Nos parece aún muy normal que haya un niño o una embarazada, aunque sea al aire libre, respirando el humo del tabaco del fumador. Y es un humo muy agresivo. De hecho el 12% de las muertes debidas al humo del tabaco se atribuyen a fumadores pasivos
.
Dejar de fumar es posible
Dejar de fumar es muy duro, pero es posible. Existen varias opciones y debemos de buscar ayuda, bien en el centro de salud o bien en la farmacia, y dejarnos aconsejar.
Hay veces que recaemos y nos negamos a intentarlo de nuevo. Hay que entender que la recaída es parte del proceso, y que no pasa nada, siempre y cuando tengamos la idea firme de abandonar el hábito.
Es recomendable que un profesional sanitario nos acompañe durante el proceso porque esta demostrado que las posibilidades de éxito son mayores.
En la farmacia se realizan servicios de cesación tabáquica y acompañamiento durante todo el proceso, aconsejando al paciente y motivándolo desde el día en que decide dejar de fumar.
Por lo tanto, dejar de fumar es duro, pero no imposible. Y mucho ánimo a todos loa que han decidido dejar de fumar
Fernando García Lozano Estudillo
farmacéutico comunitario de Ciudad Real






































































