Siete años van ya desde que un grupo de amigos, entusiastas y locos por el golf fundaran en Alcázar de San Juan “El Hidalgo Club de Golf”. En estos años hemos andado miles de kilómetros buscando campos de golf donde poder practicar este apasionante deporte. El éxito en los torneos organizados ha ido creciendo y aquel grupo de amigos hoy lo forman más de 200 socios.
Ni que decir tiene con cuanta ilusión hemos ido viendo el proyecto y la construcción de la Escuela Municipal de Golf y campo Pitch & Putt de Alcázar de San Juan. ¡Un campo de golf en nuestra ciudad! Unas instalaciones que suponen un incremento claro de la oferta deportiva con la que van a contar los alcazareños, el resto de habitantes de nuestra comarca y los turistas que visitan La Mancha, que bien seguro muchos de ellos practican el golf.
Siempre existirá cierta polémica entorno al golf. Consumo de recursos, negocio, elitismo, etc. Pero el objetivo de estas líneas es transmitir a los lectores que significa el golf desde el punto de vista del deporte. Los aspectos polémicos pueden ser tratados en otro momento.
Tampoco es cuestión de comparar deportes entre sí. Cada uno tiene sus características y su idiosincrasia. Evidentemente el golf no es un deporte de masas que abarrote estadios y que sea seguido por millones de espectadores en el mundo. Sin embargo sí que hay millones de jugadores de golf. En España, uno de los países donde está menos arraigado, hay más de 285.000 jugadores.
El golf es uno de los deportes más antiguos que se conocen. El golf digamos “moderno” nace en algún lugar de la costa este de Escocia a principios del siglo XV. Lógicamente donde más se desarrolla es en el Reino Unido. En España, el primer club de golf se creó en Las Palmas de Gran Canaria en 1891.
Si el barón Pierre de Coubertain levantara la cabeza se sorprendería de que el golf haya regresado al programa de deportes olímpicos -para Río 2016-, aunque hayan transcurrido 105 años desde su última aparición en unos Juegos y se cumplan 112 en el citado año de 2016. Ya estuvo antes y por dos veces incluido en el programa olímpico: en 1900 (París), en los llamados II Juegos de la Era moderna, y en 1904 (Saint Louis). Coubertain era por entonces el presidente del COI (Comité Olímpico Internacional). En los Juegos de París participaron por primera vez las mujeres, y el golf fue una de las modalidades en donde las féminas encontraron un deporte en el que competir.
El deporte debe inculcar a la persona y a la sociedad valores de lucha, esfuerzo y sacrificio. Pero también, y desde mi punto de vista mucho más importante, compañerismo, honestidad, respeto al contrincante y a las normas del juego. Estos valores nos hacen crecer como personas y como sociedad. En el golf se intensifican. Ser honesto y respetar las reglas tanto si estamos en un campeonato oficial como en una vuelta de amigos, respetar y cuidar el campo donde jugamos, aplaudir y felicitar a tu contrincante por su juego es una práctica habitual. No en vano en el golf existen unas “reglas de etiqueta” que todo jugador en cualquier campo del mundo debe cumplir.
El deporte es un camino hacia la salud y el bienestar. Evidentemente en todos los deportes se sufren lesiones y en el golf no va a ser menos. Pero las lesiones del golf son casi siempre derivadas de un gesto deportivo incorrecto o de una sobrecarga por exceso de práctica. Está demostrado que el golf como deporte aeróbico es beneficioso para la salud. Por ejemplo puede retrasar la aparición de la diabetes tipo II (la que se da en ancianos), mejora la función cardiovascular y articular en personas mayores. 18 hoyos de golf equivalen a una caminata de 12 km o una carrera de 5 km y representa un gasto calórico de 2000 calorías. Esto supera las recomendaciones médicas mínimas para la mejora de la salud. También hay que señalar los efectos beneficiosos para el estatus mental. La exigencia de concentración y coordinación para jugar al golf son muy elevadas. Por este motivo también tiene efecto relajante y desestresante.
Para aquellos lectores que hasta ahora han visto el golf como un “entretenimiento elitista” espero que mis palabras hayan suscitado al menos el interés suficiente para acercarse al campo de golf de Alcázar de San Juan y poder comprobar por si mismos cuanto hay de cierto y cuanto hay de mito en este deporte.
Os animo a probarlo, y a lo mejor compartimos partida en el siguiente torneo.
Ricardo Crespo.
Traumatólogo.
Socio de El Hidalgo Club de Golf.