Aunque la curación debe ser la regla, devasta aulas, oficinas y dispara el gasto de farmacia produciendo elevados costes sociales y económicos.
Es una enfermedad muy contagiosa y difícilmente evitable en el medio urbano y comunidades hacinadas. Es un agresor antiguo con armas nuevas y diferentes (hay referencia de epidemias gripales en la Grecia antigua en el año 412 a.C.). Poco cabe hacer ante ella una vez que se presenta; solamente tratar los síntomas, evitar las complicaciones y esperar a que se resuelva espontáneamente.
La gripe pertenece al amplio grupo de las infecciones respiratorias agudas causadas por virus. Se conocen más de 150 virus capaces de producir alteraciones inflamatorias de los diferentes tramos de las vías respiratorias: rinitis, traqueítis, traqueobronquitis. Dentro del extenso grupo se incluye el “popular” y frecuentísimo resfriado común que solemos confundir con la gripe.
La gripe se presenta bruscamente, de una manera explosiva y termina de la misma manera. El mecanismo fundamental de contagio es de persona a persona por inhalación de miles de gotitas y pequeñas partículas expulsadas por el individuo infectado durante el estornudo y la tos. También se transmite por contacto directo, mano a mano.
Los síntomas son bien conocidos: fiebre alta, dolores de cabeza, musculares y articulares, congestión nasal, estornudos, tos, lagrimeo, malestar general… ¡un trancazo!. Dura unos días y nos deja hecho unos zorros.
La gripe no tiene tratamiento. Los virus son tan listos que se ríen de los antibióticos, por lo que recomendamos vacunarse y si nos ataca a traición, guardar cama poniendo una manta más para sudar, analgésicos, la riquísima azúcar tostá y beber muchos líquidos.
En la segunda quincena de octubre, los dos centros de salud de Alcázar, comienzan la vacunación antigripal (un solo pinchazo), recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con las cepas de virus que nos “visitarán: A/California H1 N1, A/Victoria H3 N2 y B/Massachusets 2012”.
La vacuna va dirigida a:
• Adultos sanos mayores de 65 años.
• Personas con enfermedades crónicas como diabéticos, hipertensos, asmáticos, enfermos renales, de pulmón, corazón.
• Niños con tratamientos de ácido acetil salicílico (aspirina), enfermos de riñón, pulmón, diabéticos.
• Las embarazadas deben consultar con el ginecólogo.
• También está recomendada para sanitarios, policías, bomberos, miembros de Protección Civil, profesores, trabajadores de empresas, guarderías y geriátricos y personal que trabaje en contacto con las aves.
Paisanos, sin dudarlo, ¡a vacunarse!.