Si se estudian los datos de otros países, la cifra es tan espeluznante que me avergüenzo de ser persona. A estas cifras hay que sumarles las mujeres asesinadas en países del mundo sin protección alguna por las leyes y sus gobiernos. La pregunta que me hago en silencio es, ¿por qué se consiente y se enmascara con palabras suaves y disculpas de arrebatos de locura esgrimidas por los asesinos, siendo éstas aceptadas por los magistrados? ¿Y por qué no se recrudecen las leyes vigentes para así ir cortando la masacre?
Lo realmente triste de nuestra sociedad es comprobar como la costumbre se asienta en la cotidianidad y lo que es aberrante se termina viendo como normal.
Los poetas han cantado a la mujer desde el amor cortés vistiéndola de falsos oropeles en muchas ocasiones. Es este un tema tan desconocido y olvidado que a veces se hace necesario recuperar las voces del pasado para ver con otra mirada la dura y certera realidad.
Entre los personajes del Quijote escrito por Miguel de Cervantes, la pastora Marcela defiende su libertad y por eso se la acusa de ser la causante de una muerte injustamente.
La violencia callejera crece día a día en los países occidentales y la inseguridad en España es alarmante. Se dice en círculos pequeños, se habla en ellos de los robos y asaltos, de las agresiones y el mal trato como una lacra social, pero sin que los poderes del Estado cambien las leyes que frenen la anarquía reinante.
En los foros digitales se escribe y se denuncian situaciones escandalosas sin que por ello nadie se dé por aludido. La falta de ética y moral asentada en nuestra sociedad nos ha llevado a dar importancia a lo que no soluciona nada, y a tener como iconos e ídolos, a hombres y mujeres insustanciales, excesivamente admiradas hasta el punto que se quiere ser semejantes a ellos en la forma de vida. Vidas en muchos casos desordenadas sin valores morales con un culto esperpéntico a pesar de lo absurdo donde se desenvuelven.
Nadie se atreve a denunciar el abismo abierto entre nosotros porque no es popular; ni a criticar los desafueros sin razón que se cometen. Hay árbitros para la moda, para los deportes… No los hay para el buen criterio. A pesar de causar aflicción todos los desmanes que depara el abuso de corruptelas de índoles diversas, no se busca soluciones reales, por lo que los crímenes con premeditación y alevosía se siguen perpetrando en mujeres. Matar y morir no es lo mismo. Matar es aniquilar la vida haciéndola desaparecer. Morir es llegar al término del camino de la vida. Sin Dios todo es posible, porque no hay miedo al castigo que desde antiguo han regido a los pueblos, pero sin una vía de humanismo nuestra sociedad tampoco puede existir.
Cierto es, que los sentimientos trasmitidos a través del lenguaje en narraciones y poemas, nos acercan a nuestras fuentes sociales por medio de los escritores, a los que se les nombra, y apenas se leen. En Don Quijote de la Mancha en el capítulo XIV de la Iª parte la pastora Marcela se defiende cuando asegura «Fuego soy apartado y espada puesta lejos» y basándome en su historia y respuestas tan actuales después de tantos siglos; escribí un poema con el título de “Los motivos de la pastora Marcela” que fue premiado en el XXVIII Certamen Poético Internacional de la Orden Literaria Francisco de Quevedo de Villanueva de los Infantes: de ese poema el fragmento final.
Yo, la pastora Marcela,
abrazaré estos riscos que son mi libertad ,
mi legado legítimo para otras mujeres.
Hoy no me importa nada convertirme en leyenda,
en la sombra disuelta de todas las amarras.
Quién sabe si mañana, cuando mi vida acabe
y mi cuerpo convoque partículas de tierra,
mi grito poderoso hacia la libertad
sea el grito valiente de otras generaciones.
«Fuego soy apartado y espada puesta lejos»
Que lo sepa el que quiera someterme a su orgullo.
Bendito sea el duelo que crean mis consignas,
el caballero andante dispuesto a defenderlas
por todas las arterias de la tierra.
Y que nadie
confunda el desamor con el propio albedrío,
pues si yo no tuviera un corazón que ama
sería sólo estatua por nadie requerida.
Poca cosa es el lirismo frente a la brutalidad de las mujeres sometidas, de cualquier persona humillada por la degradación que conlleva; más, si sirve para que no caiga en el olvido la dura realidad seguiré denunciando ese delito aunque no sea hoy 8 de marzo.