Y la cruz, abriendo paso, símbolo de amor que nos acoge, y protege de nuestras muertes a lo largo de nuestra vida. Semana Santa, mensaje de amor, querer prescindir de él es cerrar puertas al perdón y al amor. Todos necesitamos un mundo justo, el creyente y el increyente. La mirada de Dios es la luz del corazón sobre la razón. Porque no siempre las razones son entendidas por el amor.
Dios, es la puerta por donde se sale y entra eternamente.
Es el que nos espera y conoce, el que sabe de nuestra pequeñez y de nuestra pobreza. Es el resplandor de la alegría el que nos sostiene cuando una herida nos hunde en el dolor.
Cuando amanece y el resplandor del día se filtra por las vidrieras de las iglesias algo inexplicable se fusiona entre el cuerpo y el alma, y no hay vacío que no esté lleno por una paz imposible de explicar a quienes no han lo han experimentado.
Semana Santa de bares y de huida a no se sabe dónde.
Semana Santa de encuentro con la trascendencia porque el amor de Dios nos eleva a comprender y amar todo cuanto nos rodea. Porque Dios es amor hoy nos sigue conmoviendo. No es exclusivamente el recuerdo de una ejecución injusta es, por encima de todo una prueba que abarca todos los limites humanos. De no ser así nadie estaría rezando por un mundo mejor desde hace miles de años
Crear un camino de vida, es amar la vida. Porque la vida es la que hace el camino para la humanidad. Si olvidamos que gracias al amor los caminos son transitados la huella del Hombre olvidará los pasos de Dios. Y la huella del otro.
El otro, es el que tiene el gesto cansado, el que no está para jolgorios, el que camina solo por las calles y es un extraño.
En cada uno de esos otros, Cristo resucita.
La búsqueda de Dios nos da miedo, porque sabemos que encontrarnos con Él supone un cambio, y ese cambio nos asusta.
Fe y cultura de donde procedemos en esta Europa que acoge, incluso, cuando ignora donde se hunden sus raíces cristianas por muchos filósofos que juegan a ignorar su procedencia en estos días festivos de la primavera española vestida de pasión nazarena.
Natividad Cepeda