Las últimas declaraciones de Ángel Puente demuestran todo lo contrario a lo que debe ser un edil de un ayuntamiento: una persona conciliadora, tranquila y pacífica, por cierto todo lo contrario de energúmeno.
Me explico: Todo aquel ser humano que no piensa como él e incluso es capaz de hacerle una crítica, es un enemigo que hay que eliminar, con la difamación, el insulto y la mentira por bandera.
Cómo puede un representante municipal insultar y difamar a los vecinos y decirles que no olvida los nombres y que cuando no sea concejal les van a faltar calles en Alcázar para correr, y no contento con eso, se envalentona y dice posteriormente que ante algún insulto personal, “como persona, lo lógico es que les de un puñetazo… Y luego, que no me digan que estoy amenazando, pues lo único que estoy haciendo es plantear una reacción lógica». Qué tristeza que un ciudadano y además representante público crea que lo lógico como persona es “el ojo por ojo”. Algunos estamos más por “poner la otra mejilla”. Va más con nuestro estilo de vida y con nuestras raíces culturales.
No tiene nombre tildar a la Plataforma de actitudes nacional-socialistas, porque alguna persona le haya dicho vete de este pueblo, y me imagino que lo que ha querido decir es que aquí toda la gente de paz, respetuosa y trabajadora es bienvenida, menos aquellos que son todo lo contrario y que vienen a soliviantar la convivencia.
Y como la boca de este señor no tiene límites y en su partido (PP) nadie se los pone, ha llegado a decir esto: “que le resulta desagradable que alguien recién salido de la cárcel se ponga a vocearte en la cara”. Es indignante, siempre con la intención de hacer el máximo daño posible, llegar a recordar a alguien, y haciéndolo público, que estuvo en la cárcel, estigmatizándolo de esa manera. ¡Qué lejos de la integración y el buen rollo ciudadano!. No me puedo creer que haya alguien capaz de hacer esto y lo que es peor que haya quien le jalea y se siente así representado.
¡Qué mal ejemplo a la ciudadanía! Si hay algo de decencia debería abandonar inmediatamente su cargo público representando a los vecinos y vecinas de Alcázar de San Juan.
Por cierto: ¿Quién pone orden ahí?
Juan Garrido Morales, portavoz de la Plataforma Contra la Privatización del Agua de Alcázar