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La noche comenzó con la llegada de Sheila, Ainhoa, Diana, Julia y Andrea como Mayeras Infantiles y Teresa, Aitana, Carla, Andrea y Ariadna como Mayeras Infantiles, a la Plaza de España y no es porque sean representantes de Pedro Muñoz en un día tan señalado, y no es porque vayan deslumbrantemente guapas como corresponde al acto y no es porque la felicidad y emoción se vea reflejada en su cara. Es por todo ello en su conjunto que su llegada a la Plaza de España para iniciar el recorrido acompañados de la Banda Sinfónica Municipal hasta el Parque Municipal, supone que afloren en todos los allí congregados sentimientos de alegría que se encontraban contenidos hasta ese momento, autoridades, pregonero, Hermandad de la Virgen de los Ángeles, Comisión de Festejos y vecinos que se acercan para participar de este mágico evento que se repite todos los años como preámbulo de la Feria y Fiestas.
Llegado el Cortejo al Parque Municipal, comenzó el pregón. Isidoro Salcedo Ortega, el Maestro, «nos deleitó en la noche del sábado con un emotivo pregón, no sólo porque se acordara de tantísimos paisanos, que también, sino porque como buen maestro, supo sembrar en los asistentes, de manera humilde, la semilla del compromiso para con los otros, tan alejada de la indiferencia….. Nos animó a que compartiéramos con él un viaje en el tiempo. Por momentos nos situaba allá por los años 70, para devolvernos al presente, como cuando nos relató que el actual hermanamiento con Haute Goulaine se gestó allá por el año 1982 cuando se iniciaron los intercambios entre estudiantes del Colegio de «la Copa» como le conocíamos en el pueblo, y estudiantes franceses, auspiciados por un grupo de profesores de este Colegio, y cómo el recuerdo de aquellos intercambios quedó grabado en la memoria de algunos de aquellos niños, que siguieron escribiéndose y hace ya cinco años, quisieron volver a revivir».
Según exponen fuentes del Ayuntamiento, «nos hizo reflexionar sobre el compromiso con el trabajo, como cuando nos participó de la decisión tomada tantos años atrás junto con su mujer de venirse a vivir al pueblo donde trabajaba por convicción, que no por necesidad, para poder implicarse con mayor dedicación, para poder participar de nuestro día a día; y al hilo de esto nos recordó cómo le despertaban los alumnos y alumnas, cuando venían de las misas: ..»el demonio te dice….». Y se implicó tanto que ahí estuvo, inoculando el gusanillo del teatro a sus alumnos; de aquellos tiempos bien saben los Concejales de Cultura Julio Muñoz y la Concejal de Hacienda Beatriz Fernández, que recogieron el testigo, y cuyas réplicas se dejaron sentir durante muchos años, quién sabe si aún no continúan…».
Isidoro Salcedo estuvo apoyando al balonmano de Pedro Muñoz en sus inicios y en particular a las chicas que empezaban a dedicarse a este deporte. «Y en esta suerte de flashback en el tiempo llegamos hasta nuestros días en los que su compromiso para con Pedro Muñoz continúa, colaborando con las clases de francés que organizan Los Amis de Goulaine junto con la Concejalía de Cultura».
Posteriormente, el alcalde, Jose Juan Fernández le hizo entrega de un obsequio consistente en una fotografía antigua digitalizada de un lugar emblemático de Pedro Muñoz aprovechando la ocasión para desearle a los presentes que «estos días sean días de disfrute con la familia y amigos, esperando que las actividades organizadas por el Ayuntamiento ayuden a tal fin». Después pasaron a inmortalizar el momento con antiguos alumnos y compañeros que quisieron acompañar al Maestro en este acto.
Como es preceptivo en los actos oficiales, la Banda Sinfónica Municipal de Música interpretó sendas muestras de su repertorio para acabar con el Himno de Pedro Muñoz, que levantó a todos los presentes como muestra de reconocimiento y respeto. Para finalizar el acto hubo un «concierto de altura» que ofreció el Grupo manchego de folk Aljibe que, con su gran despliegue de instrumentos y sonidos, «envolvían la noche y lograban transportar a los pedroteños a través de sus poéticas historias a través del tiempo».
