POBREZA es sinónimo de necesidad, miseria y escasez. Cada vez más, nos encontramos muy cerca de nuestras vidas a pobres de solemnidad. Un observador paseo por Castelar, Plaza de España, Santa Quiteria, dentro de unos días por el recinto ferial…; un simple recuento de la cantidad de toques que se escuchan a través de los picaportes enclavados en las puertas de muchas casas…; una visita a Cáritas o a la Cruz Roja, donde hay que destacar su encomiable labor, nos desvelará algunas de las desigualdades latentes en nuestras estructuras económicas.
A menos de nueve meses para la celebración de la próxima consulta electoral, el estado de ánimo de muchos alcaceños/alcazareños/alcenses, se encuentra estancado en un hondo desinterés con tendencia escasamente ilusionante.
Es aconsejable preguntarse, si por parte de quien corresponde, se profundiza en el conocimiento de la pobreza y los sectores de la población que lo sufren, ya que según los indicadores, no parece que vaya disminuyendo, sino todo lo contrario. Voces muy autorizadas vienen instando a los políticos a “aparcar sus ideologías, sentarse en una mesa y buscar el bien común”.
Estamos ante una situación estructural y hay mucha gente sufriendo. A fecha de julio 3.575 personas estaban sin trabajo en Alcázar de San Juan.. Parece que, según se observa en los titulares de la prensa, es más importante recomendar dar clases de teoría de grafos en relación a las cifras de desempleo, que intentar solucionar un problema, que no es de unos, sino de todos.
La pobreza absoluta se define como la situación en la cual no están cubiertas las necesidades básicas del individuo, es decir, existe carencia de bienes y servicios básicos normalmente relacionados con la alimentación, la salud, la vivienda y el vestido. Este concepto de pobreza está fuertemente relacionado con la miseria.
Las cifras de personas que carecen de lo básico para sobrevivir con un mínimo que garantice un nivel elemental resultan alarmantes. He oído decir a una persona de las denominadas “pobres” que para entenderlos hay que estar cerca de la muerte. Según datos facilitados por la Asamblea de la Cruz Roja de Alcázar de San Juan cada vez hay más familias en situación límite de precariedad. Lo mismo sucede en Cáritas donde cada vez tiene que atender a más personas desfavorecidas
Erradicar el hambre y el paro para combatir la pobreza debería ser el principal compromiso de nuestros gobernantes locales a través de la adopción de medidas que permitan la reducción del número de personas que sufren y lo padecen, ya que constituye una violación de los derechos humanos fundamentales.
Los planes del Gobierno Municipal actual y sobretodo los venideros programas de las distintas opciones políticas que concurrirán a las elecciones municipales que se acercan a grandes pasos, deberían esforzarse por cumplir con los objetivos del Milenio y establecer medidas y políticas de actuación para erradicar la Pobreza y el Paro como tema prioritario, ya que son la mayor causa de hambre.
El Alcalde, Don Diego Ortega, no deja de afirmar que “las políticas de creación de empleo, son la mejor política social”; Doña Rosa Melchor, Portavoz del Grupo Municipal Socialista, sugiere “mejorar las estadísticas adoptando urgentemente medidas activas de empleo”; Don Miguel Ramírez, Coordinador Provincial de Izquierda Unida, manifiesta con rotundidad la necesidad de “atender a la dignidad de las personas” como uno de los ejes principales de actuación. Con sabiduría Miguel de Cervantes dejó escrito: “Dad crédito a las obras y no a las palabras”. Compensa ser más pragmáticos. En lugar de hacer grandes discursos hay que dar soluciones específicas a temas concretos como el que nos ocupa.
Actuar de inmediato para proporcionar el acceso a alimentos a los más afectados por el hambre, así como la creación de oportunidades de trabajo, son dos de las medidas clave para erradicar el problema. No se puede estar de brazos cruzados, o simplemente dar comida a quien la necesita mientras aumenta cada día el número de personas que pasan hambre y se encuentran en situación desesperada por la falta de trabajo. Eso no resuelve el problema.
En estas condiciones, no debe extrañar que percibamos que nuestra sociedad se está empobreciendo y que ello nos llevará a un derrumbamiento de las condiciones generales de vida, que perdurará largo tiempo y que alcanzará a más personas de las ya afectadas. Si no se toman medidas urgentes y eficaces, cada vez habrá más pobres y consecuentemente más desempleo.
Mención especial de gran preocupación son las personas jóvenes quienes están sufriendo los mayores niveles de desempleo, lo que conlleva situaciones sumamente devastadoras.
Nos gustaría que la Feria 2014, fuera efectivamente solidaria y fijáramos nuestra atención un poco más en los desempleados y en los pobres. Deseamos con fuerte sentimiento e ilusión, que Alcázar de San Juan se convierta en una ciudad que se enclave dentro de las denominadas “oasis del empleo” y que en tiempo próximo ocupe el lugar de Santiago Pontones, el municipio con menos desempleo en toda España. Nuestros gestores políticos, sindicales y empresariales tienen que pasar de las intenciones a las acciones para conseguir el logro de este objetivo. Mostramos nuestra ilusión y como D. Quijote, “confiemos en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.