Desde un tiempo lejano es costumbre que el cumplimiento de cincuentenarios/centenarios de importantes acontecimientos históricos relacionados con el mundo cultural y deportivo, entre otros, ha venido siendo una magnífica ocasión para reflexionar y rememorar sobre hechos acaecidos en la época. Y esto es bueno tanto para el proceso ritual de las relaciones sociales como las emocionales y las vivenciales. Hay que hacer un recuerdo especial de lo que fue y obtener conclusiones válidas que nos permita conocer en qué medida nos puede ayudar en la actualidad a conseguir lo que queremos llegar a ser. Sin ningún género de dudad resulta muy enriquecedor y positivo celebrar estas fechas. Uno que ha tenido la gran fortuna de nacer en Alcázar de San Juan, celebra continuamente las aportaciones recibidas en cuanto a cantidad de matices, valores, carácter y una riqueza extraordinaria a la hora de realizar mis tareas personales y profesionales.
Han pasado tiempo suficiente desde que, a través del artículo titulado “Se lo merecen” y publicado en los medios locales a finales de julio, intentaba comunicar que, durante el presente año 2014, concretamente en el pasado mes de abril, se había cumplido nada menos que 50 años de la celebración del primer partido de una fase de ascenso a la Primera División de Baloncesto (ACB en la actualidad), que se jugó en el Colegio de la Santísima Trinidad y en la que participó un equipo de Alcázar de San Juan: Balmes C.B. No todo el mundo tiene el privilegio de cumplir las bodas de oro. Ello ya merece el ¡¡¡Adius¡¡¡, expresión que los alcazareños utilizamos para indicar asombro por alguna cosa o algún hecho significativo. Eran los tiempos de las “amotos”, las “arradios”, “el pitorro” y de “arrimar la cebolleta”, que nos decían cuando jugábamos en Tomelloso.
Hitos como el del mes de abril del año 1964 merece un reconocimiento, porque ello significó llevar el baloncesto a la cota más alta que en nuestro pueblo se ha vivido, y que aún no ha sido iguaIado. “Arrejuntaté pallá” me decía mi amigo Paco cuando se asombraba al oír algo increíble y quería disfrutar de ello guardando la distancia.
Lo significativo de ello, fue que todos los jugadores habíamos nacido en Alcázar de San Juan y conseguimos convertir esta décima ciudad de Castilla-La Mancha, por número de habitantes, en la segunda Badalona del baloncesto a nivel nacional. Podemos sentirnos orgullosos. La generación de oro formaron el equipo con más talento conocido en la historia del baloncesto de nuestra ciudad. Nunca, hasta ahora, en Alcázar de San Juan, se ha conseguido llegar a una cota tan alta y eficiente como lo que alcanzada, ¡¡¡ en mi vida he visto cosa de la manera¡¡¡
Es verdad que ninguno de los jugadores de entonces llegó a formar parte del equipo que participó hace 30 años, en los grandes acontecimientos que el baloncesto español fascinó a los millones de telespectadores que siguieron cada madrugada la epopeya de la selección del alcaceño Antonio Díaz Miguel. Llegar a la final de los Juegos Olímpicos y conseguir una medalla de plata fue una proeza; El 3 de septiembre de 2006 España tocó la Luna con su victoria más alta: el oro mundial de baloncesto. Durante las dos próximas semanas, España tiene la oportunidad de volver a tocar el Cielo, bien con una medalla de oro, o una de plata.
Sin embargo y con gran mérito por su parte, dos personas de aquel equipo de entonces, cada una en su faceta, están contribuyendo, aquí y ahora, a que este acontecimiento ocurra. Vicente Paniagua como Jefe de Equipo de la Selección Española-sub 20, subcampeones de Europa título conseguido el pasado mes de julio celebrado en Creta, y Francisco Martín Micó, como miembro de la Federación Española de Baloncesto.
Pero esto son hechos cinco décadas después: Vicente Paniagua (dorsal número 10 en el Balmes, C.B.), ex jugador de baloncesto del Real Madrid. Jugó durante 11 temporadas en el club blanco (desde la 1966/67 hasta la 1976/77). Su intensidad defensiva y entrega al objetivo común del equipo fueron su santo y seña en el Club; 18 veces internacional con la selección absoluta; Ha sido una vez Campeón del Mundo de clubes, y tres de Europa. Tiene en su haber diez ligas y siete copas de España.
Francisco Martín Micó (dorsal número 9 y capitán en el Balmes, C.B.), en la actualidad Presidente de la Federación Gallega de Baloncesto. Directivo y Miembro de la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto que aporta, en gran manera, su extraordinario conocimiento del baloncesto, iniciado en el Balmes, C.B. siguiendo los consejos del Padre Trinitario Juan María Beitia, y del “mister” José Luis Baquero, que nos enseñaron a jugar y a saber competir divirtiéndonos. Y como no, a saber perder. Actualmente, Paco, es uno de las personas con mayor reconocimiento a nivel nacional por su capacidad de trabajo, entusiasmo, innovación y desarrollo creativo en el mundo del baloncesto. Siempre tiene presente su querido Alcázar de San Juan. Por si las cosas no están todavía claras, “no te digo ná y te digo tó”.
Especialmente, para los que estamos en la lejanía, sentimos y queremos a nuestro pueblo, y en general para todos, recomiendo la lectura del poema de Santiago Ramos Plaza titulado “Alcázar toda mía” donde el autor nos define como soñadores de su amor.
Los alcaceños tenemos un carácter bondadoso, somos honrados, campechanos, algo socarrones y, al mismo tiempo recelosillos y picaros-cercanos a Quevedo-, desconfiados y algo toscos, duros, austeros como nuestra bella tierra, fríos en invierno y apasionados en verano. Refranes como estos nos definen muy bien: «Ande yo caliente y ríase la gente » o «dame pan y dime tonto»
“Ande vasss” a manera de llamarme la atención, ”o un “te paece queee” o “amos calla”, o a manera de saludo un ¡¡¡yeee, hermoooosoo!!!.: ¡¡¡No, ni na!!!, son algunos ejemplos de expresiones que en sueños había vivido. Sin embargo la realidad ha estado muy cercana a “Ni se muere padre, ni cenamos”, “me he quedao traspuesto”, nadie hace una cosa ni la otra. Quizás estemos un poco “azongaos” en este tema.
Posiblemente haya sido un problema de comunicación. Es por ello, por la que ahora utilizo una jerga, en forma de escribir, unos chascarrillos propios del pueblo donde hemos nacido para hacerme entender mejor.
Acaso tenga que hablar más alto para que se me “sienta”. Me viene el deseo de decir “veros a hacer puños p´hoces”.” Amos, que escribir para eso… si no es por no ir, que si hay que ir se va”. Pero no, no voy a hacerlo. Más, nuevamente, quiero llamar la atención solicitando con todo respeto, una posible colaboración para la organización de tan entrañable vivencia. Estoy seguro que tanto las Autoridades Municipales, como la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha, el propio Colegio de la Santísima Trinidad, o algún componente de la famosa “Peña El Rinconcillo” que con tanto entusiasmo nos animaba, responderá a esta nueva llamada con acierto y disposición.
El baloncesto nos ha enseñado a entender que la convivencia es fundamental, que el trabajo y el esfuerzo están ligados al compromiso y es lo que nos acerca a conseguir los objetivos. Hemos aprendido a respetar y que con la constancia, el sacrificio y la superación personal, nos hizo hace ya 50 AÑOS realizar un hito histórico recordado y reconocido en la comunidad baloncestística a nivel nacional. Curiosamente esos valores son los que ahora destaca el seleccionador nacional en el equipo español, para conseguir llegar al oro final y es bueno recordar que, aquél grupo de jóvenes que tenía que pagarse las botas que utilizaban para jugar, ya desarrollaban tales principios.
¿Se lo merecen? SÍ, se lo merecen: Ángel Calle, Antonio Leal, Antonio Peñuela, Francisco Maldonado, Francisco Martín, Francisco Paniagua, Jesús Barrilero, José Luis Baquero, Manuel Mazuecos, Padre Juan María Beitia (q.e.p.d.), Vicente Paniagua, formaban un equipo muy ambicioso que les gustaba ganar, divertirse y llevar el nombre de Alcázar de San Juan con orgullo: Somos de Alcázar, señores,/ no lo podemos negar,/ lo que debemos pagamos,/ ¡viva la formalidad¡.
Destacamos la importancia que tendría la celebración de este acontecimiento, tan cercano entre todos los deportistas de nuestra ciudad dejando claro que no se está solicitando “requilorios”, sino simplemente una muestra de reconocimiento “Pos caro qu’es así”
¿Aparecerá el peine?,
“eaaaaaaaaa”, ¡Feliz Feria 2014¡