Dices que de la inmensa mayoría guardas buen recuerdo y de ninguno, malo. Esto me parece muy importante, la valoración positiva de una profesión no siempre bien entendida, ni tratada. Al mismo tiempo, pienso que dice mucho de tu manera de ser y afrontar la vida.
Te agradezco profundamente la referencia que haces de mi persona y que me hayas recordado una anécdota del pasado que había olvidado; que te regalé el libro de “Ética para Amador” con motivo de la celebración de un amigo invisible, probablemente acordado en alguna de las asambleas, con motivo de alguna fecha señalada. Recordarás que las utilizábamos periódicamente. Expresas la posible influencia que pudo tener este libro en tu devenir personal y profesional, de lo cual me alegro. Recuerdo con especial cariño los tres años que fui tutor del curso al que pertenecías, de 6º a 8º de E.G.B. en el colegio Juan de Austria. Por lo que afirmas parece que te resultó positiva nuestra relación profesor/alumno. Lo cierto es que yo también aprendí muchísimo de todos vosotros y de ti, créeme el enriquecimiento fue mutuo. He seguido tu evolución personal, profesional y política, como también intento hacerlo con todos los alumnos/as que puedo y me resulta posible. Tu escrito ha supuesto una grata sorpresa, produciéndome alegría y emoción.
Volviendo al presente más cercano y hablando de cuestiones político-morales acerca de valores como la justicia, la libertad, la igualdad, la ética y la propia filosofía, cuentas la emoción que sentiste al verme salir, junto a otros compañeros y compañeras, del encierro que hicimos en el Ayuntamiento para pedir a nuestro inmerecido Equipo de Gobierno, la celebración de una consulta a todos los ciudadanos de Alcázar para decidir el futuro de la Empresa Municipal de Aguas. Pues yo también sentí mucha emoción, cuando salimos y vimos haciendo causa común a la gran mayoría del pueblo; familiares, amigos y vecinos de Alcázar, venciendo miedos, defendiendo lo suyo, lo de todos, lo público, lo que habían trabajado y defendido con su sudor y dinero nuestros padres, abuelos y antecesores. Tuvimos que sufrir con impotencia durante esos días al ver que nuestros gobernantes, incapaces de gestionar lo que estaba pasando, recurrieron a la fuerza llamando a los antidisturbios, que en un momento puntual, cargaron contra vecinos y estudiantes de los Institutos.
Ahora quiero hablarte de otras injusticias: Me duele ver la excusa de la deuda como justificación para la venta y privatización. La manipulación de la televisión local que pagamos todos. Los insultos y menosprecios que estamos sufriendo los que pensamos que Alcázar pierde con esta operación. Ver como finalmente han malvendido Aguas a la multinacional Aqualia en contra de la opinión mayoritaria del pueblo, que sigue queriendo que Aguas de Alcázar siga siendo 100% pública. La forma como han llevado a cabo este proceso; a hurtadillas, colando este punto a última hora en un Pleno ordinario celebrado a las 4 de la tarde en verano. Firmando con Aqualia el 9 de septiembre, rodeados de policías que impedían el acceso a miembros de la Plataforma. Las sanciones gubernativas a vecinos y vecinas de toda edad y condición, con multas entre 300 y 1200 euros, acusados de promover, dirigir o participar en los altercados ocurridos durante los días del encierro, cuando todas estas sanciones podían haber sido retiradas como ha ocurrido en otros pueblos y ciudades con problemas reales y mayores de violencia callejera. Las acusaciones por injurias y vejaciones a determinadas personas por cantar los Mayos del Agua. El que intenten presentarse como víctimas de esta situación. Que pretendan cambiar la Empresa Pública Municipal de Aguas de Alcázar que gestiona un derecho humano, por tres o cuatro obras que piensan lucirán mucho y les ayudarán a ganar las próximas elecciones.
Estoy convencido que así no se ejerce la política, ni la autoridad, ni se gobierna un pueblo; mediante la fuerza, el miedo y la amenaza.
Por nuestra dignidad como personas y ciudadanos, amigo Andrés, yo también iré a la concentración del 28 de Septiembre a las 12 de la mañana en la Plaza de España, ¡allí nos veremos!