En estos días, en los que hemos celebrado el 84º aniversario de la proclamación de la II República española, siempre acabamos cayendo en un debate que, aunque no de forma latente, siempre está presente en las discusiones de ámbito social y político de nuestro país. Sin embargo, la pregunta no es nueva. Ya en los años 30 los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país se preguntaban también cómo sería la política en su país, tras los recientes cambios que habían tenido lugar. De hecho, el título de este artículo no es casual. Es un homenaje a uno de los artículos que salieron meses antes de la proclamación de la II República, en el periódico local “El Despertar” donde apoyaban la necesidad de afrontar este debate decantándose, cómo no, por la opción republicana.
Más de ochenta años después nuestra obligación sigue siendo preguntarnos, seguir inquiriendo, seguir buscando hasta encontrar la manera más justa de hacer política. Y ese fue, precisamente, uno de los pilares con los que se conformó, desde el principio, la II República en España. La Justicia, la Igualdad de oportunidades, la Educación gratuita e igualitaria, el Sufragio Universal… Todos estos derechos de los que ha gozado la sociedad de nuestro país desde el restablecimiento de la Democracia nos parecen ya, en ocasiones, tan habituales y manidos que tenemos la impresión de que han existido y de que existirán para siempre. Pero esto no es así. Todos estos principios fueron y son los principios de una sociedad republicana, de un conjunto de ciudadanos y ciudadanas que lucharon por crear una sociedad más justa y que después, desde el estallido del golpe de Estado del 36, dieron su vida por la permanencia de una sociedad más ajustada a los principios de la Europa moderna.
Nosotros defendemos el acceso a la cultura, la Educación pública, la Justicia gratuita y la Igualdad de oportunidades. Y, por todo esto, nos declaramos abiertamente republicanos, ya que luchamos por los mismos ideales que se defendieron hace más de ochenta años. Y esto lo hacemos ahora, quizás, con más sentido que nunca. Entre esos ideales se encuentra uno que, a pesar de la gran lucha continua de muchos colectivos, no
se ha llegado conseguir aún. Los hombres y las mujeres no tienen la Igualdad soñada ya desde la II República. Hemos dado muchos pasos, pasos pequeños y pasos gigantes que han permitido a grandes mujeres ponerse al frente de importantes puestos políticos, empresariales, educativos y judiciales. No obstante, tenemos que seguir adelante, desde Juventudes Socialistas para cumplir con uno de los principios por los que muchos españoles y españolas dieron su vida, estuvieron cautivos o, simplemente, sufrieron enormemente desde el anonimato. Por todos ellos, y por todos los ciudadanos y ciudadanas del presente y del futuro, tenemos que seguir trabajando para poder proclamar la III República Española justa en la que la igualdad de géneros sea real y permita tener las mismas oportunidades, derechos y privilegios a todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país.
¡Salud y República!