


Eugenio de Mora merece ocupar un sitio mucho más destacado en el escalafón de los matadores de toros para que de una vez por todas toreros como él renueven los carteles cerrados por las llamadas figuras del toreo, ya que son necesarios para la Fiesta y para seguir ilusionando al cada vez más hastiado aficionado.
En las lidias de sus dos toros evidenció en todo momento su predisposición por conseguir el triunfo de una manera natural y sin retorcimientos, trasladando a los tendidos sus clásicas maneras castellanas, renovadas con la profundidad que da el paso de los años en los toreros, sobre todos en los que quieren interpretar el toreo como mandan los cánones.
El castellano-manchego perdió el trofeo por la espada del primero y lo consiguió a la muerte del cuarto, tras una lidia completa perfecta, ya que lo saludó toreando a la verónica con las manos bajas y cargando la suerte, para continuar con la muleta de la misma forma, siempre queriendo y sin aliviarse. Comenzando de rodillas toreando en redondo y abrochando esta primera serie con un monumental pase de pecho. Remató su trasteo con una estocada desprendida y trasera y paseó la oreja.
Con el toledano compartieron cartel el burgalés Morenito de Aranda, otro de los jóvenes-veteranos que vienen pidiendo paso y que cortó otra oreja en el quinto y el mexicano Arturo Saldívar que no tuvo mucha suerte con su lote, pero que destacó con el uso de la capa.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 10 de mayo de 2015. Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Tercera corrida del abono de la feria de San Isidro. Casi tres cuartos de entrada. Calor veraniego.
Cuatro toros de Valdefresno y dos sobreros, el 3º de Hnos. Revesado y el 5º de El Risco, muy desiguales de presentación y juego, predominando la mansedumbre. El mejor el 5º.
Eugenio de Mora (carmesí y oro): aviso y saludos y una oreja.
Morenito de Aranda (nazareno y oro): aviso y saludos y aviso y oreja.
Arturo Saldívar (tabaco y oro): silencio y silencio.





































































