La festividad de los Dolores Gloriosos de María Desolada finalizaba el pasado domingo con la celebración de la solemne función religiosa en honor a la Imagen titular de la Hermandad del Silencio. La junta directiva de ‘Los Capuchinos’ estuvo acompañada en este acto “tan especial para la cofradía” por el alcalde, Leopoldo Sierra y el presidente de la Junta de Hermandades, Ramón Galiana, además de por algunos presidentes de las cofradías de Pasión y de Gloria daimieleñas.
La función, a la que asistieron un gran número de fieles, estuvo oficiada por Pedro López de la Manzanara, rector del seminario diocesano de Ciudad Real, acompañado de Valentín Sánchez-Rojas, párroco de Santa Maria la Mayor y de Jacinto Antonio Naharro, vicario de la parroquia de San Pedro Apóstol. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Coral Municipal ‘Molto Vivace’.
La función ponía el broche de oro a un triduo que, desde el pasado jueves, venía celebrándose en iglesia de Santa María, con la participación de los sacerdotes Carlos Ferrero, Óscar Miguel Casas y Joaquín Gutiérrez en la Eucaristía, y del Coro de Voces Blancas de Daimiel y los alumnos del conservatorio de Puertollano en el acompañamiento musical.
Desde la hermandad agradecen la asistencia de todos los que les han acompañado durante esta celebración que marca el “pistoletazo de salida del nuevo curso religioso de la Hermandad del Silencio”, según explicaba su presidente, Amalio Córdoba.






































































