


La Master Class de Jota Manchega, los paseos en carruaje, las catas de vinos, la cabalgata y la pisa de la uva y la ofrenda del mosto a la Virgen de las Cruces protagonizaron la jornada del sábado, que finalizó con la música en directo de la Basement Band. Las fiestas concluyen este domingo con Daimiel al gusto.
Ocho ediciones han sido suficientes para que la Federación de Asociaciones de Daimiel (FEDADA) disfrute este 2015 de unas Fiestas de la Vendimia consolidadas, apoyadas y seguidas por los daimieleños. Las actividades propuestas por esta asociación que en 2007 decidió revivir el espíritu, ya casi perdido, de la vendimia en la localidad, cuentan cada año con más participación convirtiéndose de este modo en cita imprescindible para propios y extraños. “Recuerdo que el primer año que hicimos los paseos en carruajes casi me tenía que subir yo a dar las vueltas por el pueblo porque no participaba nadie, y este año mira, no para de subir gente”. Así de “contento y satisfecho” se mostraba José María Díaz Salazar, presidente de FEDADA, en la mañana del sábado. “A la gente le cuesta un poquito comenzar a apoyar estas cosas pero bueno, poco a poco parece que lo estamos consiguiendo”, explicaba en una jornada que comenzó con una Masterclass de Jotas Manchegas y que tuvo un gran protagonista: el vino.
Unas ochenta personas, casi el doble que en 2014, disfrutaron desde las 13:00 horas del recorrido-degustación de distintas variedades y marcas de vinos de la zona que se ofrecieron desde Chateando por la Almanta. La actividad, que también ofreció tapas típicas manchegas, sirvió para completar la tradicional cata de vinos comentada a cargo de la Sumiller Margarita Lozano que al mismo tiempo se celebró en el Mesón Restaurante “El Bodegón”. Las actividades continuaron por la tarde con la ofrenda floral a Nuestro Padre Jesús de Nazareno. Una abarrotada ermita de La Paz acogió esta cita que se completó también con una ofrenda de alimentos que se destinarán a la congregación de las Carmelitas Descalzas de Daimiel. Acto seguido comenzó lo que se ha convertido en uno de los ejes principales de las Fiestas de la Vendimia, la cabalgata de la uva. Los trajes típicos regionales, los tractores, los carruajes tirados por caballos y las uvas para la pisa inundaron las calles de Daimiel en un recorrido que finalizó al anochecer en la Plaza de España.
Manuel Blanco y María Martín Portugués, pisaores de Honor 2015, fueron los encargados de pisar la uva que posteriormente fue ofrecida a la Virgen de las Cruces. El mural de la patrona de Daimiel ubicado en los jardines de la Iglesia de las Mínimas y propiedad de la Hermandad-Asociación de daimieleños residentes en Madrid fue testigo de una emotiva ofrenda en la que los pisaores y los vendimiadores de Honor estuvieron acompañados por la música en directo de los grupos folclóricos A.C Bolote y A.C Tablas de Daimiel. Unas formaciones que también amenizaron la noche en el escenario de la Plaza de España. Unos minutos más tarde ese mismo escenario fue testigo de la propuesta musical de Basement Band. Los daimieleños cerraron la noche a ritmo de jazz, blues, swing, dixie, mambo, pop y rock.






































































