Aunque son tiempos difíciles para todos, gracias al apoyo de Bodegas y Viñedos Verum, la Orquesta Sinfónica Verum no cesa en su empeño de divulgar la música sinfónica con un enorme compromiso y calidad interpretativa. Una plantilla de músicos que se consolida y asienta las bases de un nivel artístico comparable a las grandes orquestas del país. Capaces de abordar una obra de la envergadura de la Sinfonía nº2 de J. Brahms con la energía y solvencia de siempre, a la que se les suma un sonido que le es ya característico, que solamente tiene la Orquesta Sinfónica Verum. Si alguien tiene claro como guiar este trabajo es Miguel Romea y su determinación está siendo esencial para poder ofrecer este sonido único.
La Sinfónica Verum quiere mostrar el potencial artístico de Castilla La Mancha y lo hace de la mano de Álvaro Octavio, sin duda, el músico de la región más valorado a nivel internacional. Ha pasado por las grandes orquestas como la Filarmónica de Berlín y acostumbra a trabajar con los mejores directores del mundo, como Lorin Maazel. Pero hemos tenido la suerte de poder escucharlo en su tierra, incluso en su ciudad (Alcázar de San Juan) donde hemos podido entender por qué es tan apreciado tanto dentro como fuera del país. Nadie queda indiferente a su amplio sonido, a los detalles de estilo que inventa en cada giro musical, a su manera de construir la música, te atrapa desde el primer segundo y no dejar de escuchar hasta que finalmente llegan los merecidos aplausos. Un lujo que un músico de esta categoría pueda volver a tocar en la región, siempre al lado de la orquesta en quien confía, la Sinfónica Verum.
El compromiso de esta orquesta con la divulgación es serio y no se limita al escenario, si no que lleva a cabo acciones específicas y se mueve para acercar la música a todos. Un ejemplo de ello es el Aperitivo musical que ofreció Miguel Romea antes del concierto, un encuentro que nos permitió conocer de su mano y en un lenguaje cercano, qué significa para él el trabajo orquestal y en el que el público intercambió opiniones con él. Una charla amable que nos conectó de una manera especial con el concierto posterior.
Y aunque puede parecer que las cuestiones económicas disuaden a algunos a asistir a eventos culturales, la Sinfónica Verum tiene ya su público fiel que le acompaña allá donde va y un buen nombre que atrae a la gente a los auditorios. Es además un público entusiasta y generoso, que salió satisfecho y orgulloso de los conciertos de la gira de “La música de Dulcinea” en Tomelloso, Manzanares y Alcázar de San Juan. El camino de la Orquesta Sinfónica Verum está bien marcado por la excelencia artística, la identidad castellano manchega y el compromiso con la sociedad, un camino que les lleva a evolucionar incesantemente y que les posiciona como una referencia musical en nuestra región, un proyecto indispensable para entender y garantizar el presente y el futuro cultural de Castilla La Mancha.
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