El pasado lunes, el Consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, anunciaba la reapertura de la Enológica. Reapertura, que no traslado, porque en 2012 la enológica se cerró, y con ella se perdió de un plumazo toda la experiencia y conocimiento adquirido durante más de 85 años de funcionamiento ininterrumpido. Para Alcázar era un orgullo tenerla, y su pérdida fue sin duda uno más de los muchos sinsabores que nos dejaron los pasados gobiernos regional y municipal
El laboratorio de enología, la estación enológica o más comúnmente, la enológica se creo en Alcázar de San Juan en el año 1.927. Su fin es dar servicio a los bodegueros y viticultores en una tierra tan unida a la vid y al vino, y que se encuentra en su ADN. En los años previos su cierre y desmantelamiento llegó a realizar más de 80.000 análisis y emitir más de 20.000 informes, dando servicio a 600 bodegas.
En este punto quiero destacar un aspecto, que aunque pocas veces dicho, debe tenerse muy en cuenta, sobre todo porque explica en gran parte su cierre por el anterior gobierno, la enológica es un laboratorio público.
En el año 2012, con Maria Dolores De Cospedal en el Gobierno Regional y Diego Ortega como alcalde de Alcázar de San Juan, se cierra, se despide a sus 7 trabajadoras, y la maquinaria útil se lleva a Toledo, al Laboratorio Regional Agroalimentario y Ambiental (LARAGA)
Tan culpable fue quien acordó su cierre, como quien lo consintió con su silencio, y hasta lo apoyó, convirtiéndose así en cómplice de una de las mayores injusticias, por desgracia no la única, que se ha cometido con esta ciudad. La misma rapidez que faltó al Sr. Ortega para defender los intereses de su pueblo frente a los de su propio partido, la tuvo para empezar a contar los falsos argumentos y justificaciones que desde Toledo le daban, la falta de eficacia y rentabilidad económica. Curiosamente los mismos que utilizó para regalar Aguas de Alcázar a una empresa privada.
Durante estos cuatro años sin enológica, nuestros viticultores han tenido que realizar sus análisis o bien en un laboratorio privado o bien en el laboratorio público de Haro, en La Rioja.
No es entendible que en la región con mayor extensión de viñedo se clausurara el único laboratorio público de referencia y acreditado. Porque con el cierre se perdió también la acreditación que lo situaba entre los laboratorios de mayor prestigio en su campo. Durante estos cuatro años no han sido capaces de acreditar el Laraga como lo estaba la enológica.
Con el cerrojazo, no les tembló la mano para despedir a las 7 empleadas que estaban trabajando en ese momento, una vez más con el silencio cómplice de Diego Ortega. La justicia dio la razón a las trabajadoras y reconoció no solo la improcedencia, sino la injusticia de su despido. Por esta razón, aún es mas gratificante el anuncio de la reapertura, pues al orgullo de que la enológica vuelva a Alcázar se añade la reparación de una injusticia, al volver a contar con los servicios de estas 7 personas.
El saber y la experiencia de las trabajadoras que se readmitirán, junto con el nombramiento de Alipio Lara como director de la misma, son una garantía de profesionalidad y saber hacer, y de que la enológica volverá a funcionar antes del verano con su ya conocido y reconocido marchamo de calidad, volviendo a situar a Alcázar como referencia.
Pocas cosas hay más satisfactorias para una alcaldesa que trabajar para su ciudad, sobre todo cuando ese trabajo y esfuerzo da finalmente sus frutos y sirve para mejorar las vida de sus vecinas y vecinos. Hoy cuando muchos nos tildan a los políticos de ser todos iguales, puedo decir alto y claro, que no, que no somos iguales, que no es lo mismo mirar para otro lado mientras cierran la enológica y despiden trabajadores que trabajar para recuperar ambas cosas. No, no somos iguales, porque mientras muchos trabajamos para recuperar derechos perdidos y servicios cerrados o vendidos, otros y otras sólo trabajan para el beneficio de terceros a costa de lo público.
Ya hemos recuperado la enológica, pero no nos vamos a parar ahí. Seguiremos recuperando servicios cerrados o privatizados y volveremos a colocar a Alcázar en el lugar que le corresponde y a devolverle la dignidad que un día nos quitaron.