Una etapa complicada, ya que se ha visto dificultada por la aparición del camalote, una especie alóctona que cubre gran parte de masa de agua y que tal y como declaraba Del Moral a Radio Daimiel, “nos ha dificultado bastante el avance por el Guadiana, aún así seguimos con muchas ganas e ilusión de seguir conociendo este hermoso río”.
Los dos aventureros, que se han lanzado a descubrir la magia del río Guadiana navegando todo su cauce a bordo de dos embarcaciones elaboradas por ellos mismos con fibras vegetales de enea y cañas continuarán, tras su paso por Medellín, hacia Mérida, Lobón y Badajoz, para continuar su camino hacia aguas portuguesas.
Comenzaron en la localidad castellana de Ossa de Montiel y después de atravesar las Tablas de Daimiel y los lagos salvajes de Luciana y Puebla de Don Rodrigo llegaron Extremadura.
Ya en tierras lusas, su principal preocupación es el gran embalse de Alqueva. El final de esta aventura tendrá lugar durante las próximas dos semanas a medio camino entre España y Portugal, a orillas de Ayamonte, en Huelva, y Villarreal de San Antonio.
Durante la expedición ambos han conocido la cultura y tradiciones de las poblaciones por las que han pasado, así como la mitología en torno al parque de las Tablas de Daimiel o la simbología de los escudos de las ciudades, según han confesado.






































































