El evento sirvió para la presentación de la 33ª revista “Toros” que promueve la Peña Taurina Daimieleña y cuya edición se dedica al torero Antonio Sánchez Puerto, presente también en la cita taurina donde se concentraron alrededor de un centenar de aficionados a la tauromaquia.
La Plaza de Toros de Daimiel de nuevo volvió a ser el escenario del II Pregón Taurino que organiza la Peña Taurina Daimieleña. El aficionado, Antonio Naranjo de Román, fue el encargado de repasar las historia del propio coso daimieleño y de buena parte de sus actuantes desde que se inaugurara en 1952. El torero Antonio Sánchez Puerto, a quien la peña ha dedicado su revista oficial “Toros”, se convirtió en otro de los protagonistas de la noche.
La velada tuvo dos nombres: Antonio Naranjo y Antonio Sánchez Puerto. Uno, encargado de saludar los festejos taurinos como Daimiel merece. El otro, personaje destacado por su buenhacer en la lidia y, por tanto, portada y reconocimiento en la gaceta anual de la Peña. Arropándoles en tan señorial ocasión, el ‘Cronista Oficial’, Jesualdo Sánchez-Bustos, el propio presidente de la Peña, José Julián Rodríguez Soto, y el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra. Frente a ellos, un centenar de aficionados de la ‘fiesta nacional’.
Así se iniciaba una noche donde el Secretario de la Peña, Paco Córdoba, introducía al Pregonero, “amigo, cercano y verdadero”. Y a partir de ahí, Naranjo fue desgranando diferentes momentos del coso daimieleño como emblema y símbolo local, desde su inauguración, un 2 de septiembre de 1952 con una novillada para Eugenio Marín, Peláez y Orive, hasta el cartel del próximo día 3. Anécdotas que dejan a Daimiel un 1959 sin toros en contraposición a décadas posteriores donde se registraron hasta cuatro corridas al año. Nombres propios que han recorrido unas instalaciones para actuar o para gestionarlas, caso de Rodríguez Maestre desde 1965 y hasta 1977. “Es la época del terror, horror y furor con corridas peligrosas y toreros poco conocidos que consiguió dividir la opinión del respetable sobre el tipo de festejos que querían ver aquí”, aseguró Naranjo.
De esta forma, el pregonero llegó a la penúltima época del coso taurino daimieleño, la época de Victoriano Valencia que tomó el control de la plaza hasta que en los 80 el Ayuntamiento recupera su gestión cediéndola a diferentes empresarios. “Vuelven las figuras, como Espartaco, Esplá o El Soro. Reseñó el lleno de 1995 con figuras como El Litri, Jesulín o Rivera Ordónez, añadió Naranjo. Su pregón finalizaba analizando el cartel de 2016 y alentando a la peña y a los aficionados “independientes” a que Daimiel se vuelva a “contagiar” de ese ambiente y esa buena asistencia a los festejos de otras épocas.
Previamente, el investigador Sánchez Bustos regalaba una semblanza con la historia genealógica de Naranjo, relacionándolo con la ‘Casta Jijona’.
A continuación, le relevó en el turno de palabra el otro homenajeado de la noche, el torero de Cabezarrubias del Puerto, Antonio Sánchez Puerto, quien tomó la alternativa el 21 de mayo de 1978. En el currículum del diestro: su paso por la Plaza de Toros de Daimiel. A ella se refirió calificándola como “joya que los daimieleños deben hacer prevalecer”. Por último, agradeció el homenaje ofrecido por la Peña y destacó el lazo negro en señal de luto en la portada de la revista por la muerte de Víctor Barrio, a quién dio clases de toreo en El Espinar durante sus inicios con “la herramienta”.
Por su parte, el presidente Rodríguez Soto agradeció la asistencia de los homenajeados y sus palabras, así como el interés y la colaboración de todos los que han hecho posible la edición de un nuevo ejemplar de la revista “Toros”, una de las pocas, “si no la única” que se edita en Castilla-La Mancha.
En última instancia, cerraba el acto el primer edil, quien subrayó asimismo la importancia de volver a llenar la plaza daimieleña para que en un futuro no desparezcan las convocatorias taurinas en Daimiel, “una tarea que le corresponde a los aficionados, asistiendo y apoyar los festejos taurinos en la localidad, para que los empresarios sigan apostando por esta plaza, que ha sido y sigue siendo símbolo de nuestro pueblo”, concluyó Sierra, agradeciendo al mismo tiempo la implicación de los peñeros en su defensa de la tauromaquia con la realización de eventos como éste.
El alcalde, Leopoldo Sierra, entregó a la pregonero, Antonio Naranjo, un simbólico reconocimiento, mientras que el presidente de la Peña, hizó lo propio con Antonio Sánchez-Puerto, quien recibió igualmente un cuadro alegórico de la portada de la revista en la que aparece y que sale a la calle con una tirada de 650 ejemplares gratuitos.





































































