


Lo hace con la confección de la alfombra floral que se extiende a lo largo de la calle Virgen de las Cruces. Es la primera vez que el diseño se elige a través de un concurso que ganaba Javier Astilleros. Medio millar de fieles asistían en la iglesia de Santa María a la solemne función religiosa, presidida por el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar.
La misma incluye cuatro elementos principales como la Cruz de Calatrava, la flor de Lis, las uvas y hojas de la vid, y el símbolo por excelencia de la Virgen de las Cruces. Un total de 40 sacos, de unos 15 kilos cada uno y en colores rojo, azul, negro y beis, han bastado para su confección, según ha explicado el presidente de la Hermandad de la Virgen de las Cruces, Paulino García de la Camacha, quien agradecía la colaboración de los diferentes colectivos que se han implicado en su confección.
Después, en torno a las once de la mañana, la iglesia de Santa María se llenaba de fieles para la solemne función religiosa, presidida por el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, quien ha estado acompañado en la misa por más de una veintena de sacerdotes daimieleños. Todos ellos han entrado en procesión desde el exterior hasta el altar, donde Melgar se ha detenido para incensar el Crucifijo y la imagen de la Virgen de las Cruces.
A la función ha asistido una numerosa representación de la Corporación Municipal, encabezada por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, así como las reinas y damas de la Feria y Fiestas, y varios representantes de las hermandades locales y de las asociaciones de daimieleños ausentes.
Tras la misa se ha celebrado el cabildo ordinario de la hermandad en el Centro Pastoral de Las Josefinas. Por la noche, a partir de las nueve, comenzará la procesión de la Virgen de las Cruces, por su itinerario habitual.






































































