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Un muro de más de 2.000 recuerdos en forma de ladrillo. El Centro de Día de Alzheimer de Daimiel ha conmemorado el día mundial de esta enfermedad con esta actividad que persigue concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de seguir avanzando en el objetivo de mejorar calidad de vida tanto de pacientes como de sus familias.
Este simbólico muro, construido con briks de leche donados por los ciudadanos y realizado por los propios usuarios del centro, está instalado desde este miércoles en la Plaza de España, y en él se pueden leer recomendaciones sobre el tratamiento del Alzheimer, además de un texto donde se recuerda que cada ladrillo con los que está construido es un recuerdo y un trozo de la vida que preservar. Una vez terminado, la directora del centro, María del Mar Carrasco, ha leído un manifiesto en el que explicaba que la intervención tiene como finalidad concienciar sobre la necesidad de “impulsar políticas y actuaciones que traten de dar solución a la compleja problemática asociada a esta enfermedad”.
Un muro reivindicativo
“Este muro –continuaba- simboliza la unidad, solidaridad, fortaleza y esperanza contra la enfermedad y cada ladrillo representa la lucha personal del enfermo, el esfuerzo y dedicación de los cuidadores, y el trabajo y la ilusión de los profesionales”. “También simboliza las iniciativas sociales y políticas, de ámbito público o privado, orientadas a garantizar una adecuada atención a este colectivo”, señalaba. Una forma, en definitiva, de plasmar y de reivindicar “un trato justo a todos los afectados y la coordinación necesaria para conseguir la cobertura a las familias afectadas”. Para terminar, Carrasco daba las gracias “a todos aquellos gracias cuyo trabajo y colaboración ha ayudado construir este muro”.
Alcalde y concejala de Servicios Sociales
Unos agradecimientos a los que se unía la concejal de Servicios Sociales, Alicia Loro, quién se mostraba “asombrada” ante el trabajo realizado por el Centro de Día de Alzheimer. También agradecía a sus profesionales “la gran labor realizada con los enfermos”. En este sentido, aconsejaba “no tener miedo” por llevar a los familiares al centro de Alzheimer en cuanto se detecten los primeros síntomas ya que “una actuación temprana contra la enfermedad puede ralentizar en gran medida su avance”.
Por su parte, el alcalde, Leopoldo Sierra, también se dirigía a los presentes para señalar que gracias a centros como el de Daimiel y al trabajo de sus profesionales se consigue hacer más llevadera la labor del cuidador, al mismo tiempo que se ralentizan los efectos de una enfermedad “tan dura y cruel”. “Todo lo que hagamos por estos enfermos es siempre poco comparado con lo que ellos hicieron por nosotros”, consideraba Sierra. “La Administración debe apoyar el trabajo de estos centros y de las asociaciones de familiares, como AFADAL, además de exigir más investigación sobre esta enfermedad”, zanjaba.
Familiares
Entre los daimieleños que se dieron cita en la Plaza de España se encontraban Sagrario, Isabel y Carmen, con familiares usuarios del centro. Todas ellas valoraban el trabajo que se realiza allí con los enfermos y el apoyo que reciben los familiares en el día a día. Unos cuidados que “se notan en el avance de la enfermedad”, afirmaban.
