De nuevo, en la tarde del viernes se celebraba el segundo ciclo de ponencias en torno a las IV Jornadas de Historia de la localidad. El patio del Museo Comarcal volvía a llenarse de gente ávida por descubrir más cosas acerca de Daimiel entre los siglos V y XV. Se puso el punto de mira en el origen etimológico de Daimiel, su importancia como núcleo urbano en la época medieval, así como también se analizó la recuperación de los pasos alegóricos de Semana Santa de los siglos XVI y XVII tras la Guerra Civil española.
La primera ponencia corrió a cargo del doctor en Historia, Mariano García-Consuegra, bajo el título “La sirena varada”, referente al capitel de la sirena que se encuentra en la iglesia de Santa María y de la cual existe una reproducción a escala en el propio Museo Comarcal. De ahí partió su exposición, a través de la cual se descubrieron algunas sorpresas “que relacionan más a los daimieleños con leyendas clásicas como Ulises que con nuestro idolatrado Don Quijote”, como así aseguro García-Consuegra.
Incluso se planteó el cambio de la definición de Daimiel como pueblo de brujas, basándose en el origen etimológico de la palabra “laminium” (ciudad de los lagos) que era el propio Daimiel, “a pesar de que en las teorías actuales –puntualizó el historiador– no se mantiene que Daimiel sea el laminium romano. Sin embargo sí que hay un origen etimológico con nuestra localidad, que además, se puede relacionar con las lamias, seres mitológicos que habitaban en las lagunas que quizá pudieran habitar en un lugar como Daimiel”. Una investigación en la que ha empleado unos seis meses de trabajo, según afirmaba el propio García-Consuegra.
Tras él, llegaba el turno de Carlos Moya, licenciado en Historia y maestro en Estudios Medievales, que realizó un recorrido a lo largo de 1.000 años desde los primeros asentamientos romanos hasta la Modernidad, donde describió como la población de Daimiel ha ido creciendo, a la vez que se analizaron ciertas curiosidades como que la localidad era un núcleo importante en la Edad Media. Así lo demuestra la procedencia árabe de su castillo, o la existencia de dos parroquias en el centro de la población, siendo una de las pocas poblaciones en la zona en las que se daban estas circunstancias.
Por último, el licenciado en Historia, también señaló uno de los puntos “más polémicos” de su interlocución, como fue que el curso del río Azuer era distinto al que conocemos hoy en día, lo cual apoyo bajo una recreación digital de Daimiel en la Edad Media, obra del pintor Jesús Rodríguez de Guzmán.
El último en cerrar la segunda cita de Daimiel con su historia, fue el doctor en Historia del Arte, Ramón Vicente Díaz del Campo, quien realizó un repaso de los pasos alegóricos en la Semana Santa de la provincia, es decir, “pasos que representan una idea o concepto”, según afirmó el historiador. Se trata de un tipo de representación que surgiría en el siglo XVI y que fue recuperada tras la Guerra Civil española.
De este modo, Díaz del Campo, subrayó los dos casos que encontramos en Daimiel con el ‘Niño Jesús’ de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una forma de representación que no es tan habitual en el resto de España, ya que no es muy común encontrar a niños en una procesión de Semana Santa, “algo que en la provincia tenemos muy asumido”, remarco el ponente. Asimismo, también hizo alusión al paso de ‘El Calvario’ de la cofradía de “Los Capuchinos”, en el que se resume la pasión de Cristo “y se intenta trasladar la idea del triunfo de Cristo ante la muerte”, según concluyó Díaz del Campo.






































































