– 1.700.000 euros de canon adelantado (los recibió el Ayuntamiento)
– 1.075.811 euros de prima de emisión (los recibió Aguas)
– 6.525.876 euros de un Préstamo a 10 años al 4% de interés (los recibió el Ayuntamiento)
– 66.111 euros de la compra de 11 acciones de la sociedad (52,38% del capital social de la empresa) por ampliación de capital de Aguas de Alcázar.
LO QUE SE HA DEVUELTO A AQUALIA
El 9 de septiembre de 2016 se han cumplido dos años con Aqualia gestionando la empresa mixta. En este tiempo se le han devuelto 2.221.599 euros.
– Del canon adelantado se han devuelto 136.000 euros (2 cuotas de 68.000 euros cada una)
– Del préstamo se han amortizado en estos dos años 2.085.599 euros.
LO QUE QUEDA POR DEVOLVER
¿Cómo están las cuentas dos años después? Quedan por devolver 7.146.199 euros.
– 1.564.000 euros de canon adelantado.
– 1.075.811 euros de prima de emisión.
– 4.440.277 euros del préstamo.
– 66.111 euros de las 11 acciones de ampliación de capital
¿QUÉ QUIEBRA?
Después de conocer los datos se hace necesaria una reflexión:
¿Cómo una empresa en “causa de disolución” y, como dijeron, en quiebra técnica, que solo dispone de 1.075.811 euros recibidos de la prima de emisión que desembolsó Aqualia pudo afrontar ya en el primer año de gestión una amortización de 1.932.697 euros de capital del préstamo a 10 años más 261.035 euros de intereses del mismo, pagar a los trabajadores, a la Seguridad Social y a los proveedores (la propia Aqualia y otras empresas), abonar a Aqualia 378.142 euros por su ‘saber hacer’ (8% de los consumos facturados), al Ayuntamiento 236.339 euros por su canon (5% de los consumos facturados) y, además, en ese primer año presentar un balance positivo con un patrimonio neto de 139.409 euros.
Estos datos bastan para desmontar la mentira que urdieron Ortega, Puente y Montealegre para regalar a Aqualia nuestras Aguas de Alcázar, que era -y está más que demostrado- una empresa rentable.
Por otro lado, no debemos olvidar que hay una sentencia favorable declarando nula la convocatoria del Ayuntamiento de Pleno extraordinario y urgente efectuada el 10 de octubre de 2013 para el 14 de octubre de 2013, y declarando asimismo la nulidad del propio Pleno y de los acuerdos adoptados en el mismo (la nulidad de los actos de contratación y adjudicación al socio privado, a la empresa FCC-Aqualia).
El Ayuntamiento, con la sentencia ya firme y con la anulación del contrato, debe “invitar” a Aqualia a marcharse. Y todo se debe hacer con los informes legales y económicos preceptivos y el asesoramiento técnico necesario para hacer realidad el retorno de Aguas de Alcázar a manos públicas.
A Aqualia hay que pagarle, claro está. Lo que nos quede por devolverle. Ni un céntimo menos, pero ni un céntimo más.
Juan Garrido Morales
Portavoz grupo municipal de Equo
Ex-concejal delegado del Ciclo Hídrico