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El servició del Ayuntamiento de Argamasilla de Alba nombrado “Centro Embajador de Save the Children en la defensa y promoción de los Derechos del Niño”
La placa que acredita tal honor fue recogida por el concejal de Juventud, Enrique Peces, de manos del responsable de movilización social de Save the Children, Juan Guilló. Además, desde este día, el centro luce otra placa en la fachada que fue descubierta por el representante de la ONG.
“De todas las cosas que hacemos, la más importante es dar las gracias” afirmó Guilló, destacando la importancia que tiene la colaboración y aportación de todos, “por mínima que sea”. Como ejemplo de la importancia de estas pequeñas contribuciones, señaló que un tratamiento para quince días, con el que salvar la vida de un niño o niña con desnutrición severa y en riesgo de muerte cuesta 15 euros, “vosotros el pasado año recaudasteis entre 175 y 180 euros, nosotros no vemos si es mucho o poco dinero, lo que vemos son doce tratamientos contra la desnutrición severa, es decir, vosotros salvasteis la vida de doce niños o niñas”, y continuó diciendo, “Formáis parte de un montón de niños y niñas que en 2015 consiguió recaudar en toda España más de un millón de euros con las Carreras Solidarias”.
Por su parte, el concejal agradeció el nombramiento, “que nos enorgullece muchísimo”, pero sobre todo quiso reconocer “la importante labor que ha desarrollado y desarrolla, durante sus casi 100 años de existencia, Save the Children en más de 120 países por la defensa de los derechos de los niños”.
Un reconocimiento que Save the Children nos hace por la continuidad que durante trece años se le ha dado a la carrera «Kilómetros de solidaridad», “por ello quiero agradecer especialmente a los trabajadores de este centro que la han hecho posible a lo largo de todos estos años, por su dedicación y su buen hacer (…) una implicación con la actividad y con su trabajo que va más allá de su obligación”, destacó el concejal.
Además, Peces hizo entrega a Guilló de “un obsequio cargado de muchísimo simbolismo”, consistente en un pequeño Yelmo de Mambrino, “de nuestro querido don Quijote, como caballero andante que eres, defensor de los agraviados”.
