


En la noche del 5 al 6 de diciembre, se suele decir que San Nicolás se acerca al las ventanas y mira a los niños que son buenos, si están durmiendo, y en silencio dejándolos en sus botas dulces y otros regalos. También el castiga a los perezosos y desobedientes, con una varilla. Es una vieja costumbre, no sólo a los rumanos, para hacer regalos en este día.
La leyenda dice que en la localidad de Patara, en la Licia, vivía un hidalgo que habiendo caído en la más absoluta miseria se había visto obligado a prostituir a sus tres hijas hermosas y honestas. Al oír el santo esta desgracia, tomo la decisión de dejar en la habitación donde dormía el padre tres botas llenas de oro, con lo que proveyó el remedio oportuno. Desde entonces, nos hemos quedado con la costumbre de dejar los regalos en las botas.
Por ser una fiesta religiosa, los feligreses ortodoxos rumanos acudieron a la santa misa, al terminarse, los niños recibieron otro regalito de parte del santo.
Feliz día de la Constitución Española.
Tiempo de adviento, no olvidéis de ser felices y los milagros existen.








































































