


Un evento organizado por la asociación “No nos pilla el radar” y que ha incluido diferentes actividades gastronómicas, música en directo y por supuesto, diferentes rutas en moto tanto en el entorno de Las Tablas como por las calles de la localidad.
El rugido de las motos ha protagonizado el fin de semana en Daimiel. Cerca de dos centenares de moteros y amigos de las dos ruedas se han dado cita en la concentración “I Akelarre Motero, ciudad de Daimiel”. Una quedada invernal organizada por la asociación “No nos pilla el radar” y que ha incluido diferentes actividades: desde una ruta en moto por el Parque Nacional de ‘Las Tablas’, hasta un “motoalmuerzo”, ruta gastronómica y barítima, cena típica manchega, música en directo y otras sorpresas.
Arturo Infantes, presidente de este colectivo, ha hecho un balance “muy positivo” de este primer encuentro. “Hemos cubierto expectativas pese al mal tiempo de estos días en los que hemos tenido mucho viento y la amenaza de lluvia, pero aún así estamos muy contentos con la asistencia”. Y es que como afirmaban desde esta asociación, durante la tarde del sábado han sido muchos los moteros que se han acercado a Daimiel.
Hasta el Pabellón Ferial, lugar donde se han desarrollado la mayor parte de las actividades, se acercaba el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, acompañado por varios miembros de la Corporación Municipal. Allí, el primer edil ha destacado “la buena organización y el gran trabajo realizado por este motoclub en un evento de estas características”.
A pesar de que Sierra se ha mostrado cauteloso en cuanto a la utilización de motocicletas por el peligro que entrañan, ha valorado que con esta actividad se ha creado “un ambiente motero estupendo”. Además, el alcalde ha subrayado que “se trata de una iniciativa que con el paso de los años irá asentándose poco a poco y convirtiendo a Daimiel en un referente para los moteros”.
Antes del plato fuerte de la noche del sábado, los moteros bajaron a la localidad en una especie de comitiva con antorchas para rendir homenaje a todos aquellos compañeros que han fallecido en carretera. Aunque dichas antorchas se apagaban al poco tiempo de ser encendidas por el fuerte viento, según explicaron algunos miembros de la organización.
Un fin de semana en el que los participantes han destacado el buen ambiente y los lazos de amistad que se crean en este tipo de quedadas, como afirmaban Jesús y Javier, dos moteros llegados desde Villarrubia de los Ojos que no han querido perderse esta cita para salir a pasear con su Naked de 750 centímetros cúbicos. Convocatoria a la que también han acudido otros amantes de las dos ruedas llegados de Zaragoza o Málaga, entre otras localidades cercanas a Daimiel.







































































