


La cita para esta entrevista fue en la redacción de manchainformación.com, y como si fuera a hacer el paseíllo, llegó a la hora en punto acordada. Es Aarón Infantes, un chaval que podría haberse interesado por cualquier cosa de las que están de moda, pero que sin embargo, le “apasionan” los toros.
El novillero alcazareño, con 16 años, ya ha alcanzado sus primeros minutos de gloria, y no poco importantes, ya que participar en el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo, con un bagaje en su haber de una novillada, y quedarse el 8º de 53 aspirantes no es cualquier cosa; sobre todo habiendo tenido como competidores a compañeros de prácticamente toda la geografía española.
Para Aarón la experiencia ha sido muy gratificante, “por la competencia que ha habido y por el gran nivel que tenían mis compañeros, mucho más placeados que yo, pero he dado todo lo que sabía y ha merecido la pena”.
Todo comenzó gracias a sus tíos que fueron los que le contagiaron su afición, y “también a ver corridas en la tele”. Lleva sangre manchega y gallega en sus venas, ya que su padre es de Alcázar y su madre de Vigo. “Ellos no tenían mucha afición, pero ahora sí que van a las plazas”. Y con esa base se apuntó en un curso de aficionados prácticos que organizaron en la plaza de toros alcazareña, y lo que comenzó como algo eventual terminó en la creación de la Escuela Taurina El Capote, con chavales inscritos como alumnos de los pueblos de alrededor con las mismas inquietudes que él.
La Escuela Taurina alcazareña para Aarón “significa mucho y sobre todo la dedicación de Jaime Castellanos, el maestro, y Jose, el director, ya que gracias a ellos estamos formándonos como toreros”.
Aarón Infantes compatibiliza sus estudios de 4º de la ESO en el IES Juan Bosco con sus aprendizajes taurinos, que no sólo consisten en coger destreza con el capote, muleta y espada, sino que llevan por bandera unos principios que son característicos en este particular mundo, como son “el respeto y la educación, además del poder expresarme sin palabras creando arte”.
Sus metas más cercanas pasan por participar en el Bolsín Taurino Villa de Candeleda (Ávila), torear otra clase práctica que se está organizando para el Domingo de Resurrección en la plaza de toros de Alcázar de San Juan y sobre todo convertirse en “el próximo torero alcazareño, como lo fue hasta hace poco tiempo el torero Aníbal Ruiz”.
Y su sueño… “tomar la alternativa aquí, en la plaza de mi pueblo, con quien sea, pero en mi pueblo”.




































































