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La pregonera, Celestina Ochoa, reconstruyó el carnaval miguelete de la segunda mitad del siglo XVIII y resaltó que aún se mantienen prácticas, costumbres y figuras de entonces
El acto comenzó con el tradicional pregón que este año corrió a cargo de Celestina Ochoa, enfermera de Medicina Interna en el Hospital Provincial de Toledo y una apasionada del Carnaval miguelete y de la Jota Pujada. La pregonera aludió a los orígenes del Carnaval y a los matices diferenciadores que presenta en cada lugar, como la Fiesta de la Jota Pujada en Miguel Esteban “un legado que nuestros antepasados se encargaron de dejarnos”.
Celestina Ochoa fue reconstruyendo cómo era el Carnaval en Miguel Esteban en la segunda mitad del siglo XVIII, en base al documento de 1757 que se conserva en el archivo de la Parroquia y apuntó que “las prácticas, las costumbres y las figuras de entonces han llegado hasta nosotros”.
Ochoa, que es hija del ‘animero’ actual de la Jota Pujada, destacó la importancia de esta figura en ‘los corros’ de la Jota Pujada y confesó que “el Carnaval es una de las fiestas más importantes del año en nuestra casa, porque lo hemos vivido desde pequeñas y lo estamos inculcando a nuestros hijos”. Asimismo, resaltó la figura de los Capitanes y les dio las gracias por “mantener viva esta tradición centenaria que nos ayuda a pasar días festivos y alegres”, además de animar a los jóvenes a implicarse “para que esta fiesta no decaiga”.
Tras sus palabras, y antes de comenzar el homenaje propio a los Capitanes del Carnaval, se rindió un simbólico homenaje al actual ‘animero’, Alejandro Ochoa, que desde hace más de 30 años se encarga de animar las pujas y controlar quién y qué baila en base a lo que se ‘puja’. El homenaje se hizo extensivo a quienes le precedieron en el cargo, Paco Casas, Gregorio Almenara y Lucio Torrero.
El alcalde de Miguel Esteban, Pedro Casas, dio las gracias a todos los migueletes y especialmente a la pregonera, al animero y a los capitanes “por hacer un Carnaval más entusiasta y más participativo, porque el Ayuntamiento pone su granito pero todos hacéis el resto”. En alusión al lema de los carteles de la Jota Pujada de este año, Casas resaltó que “hay tradiciones que emocionan y a los migueletes nos emociona nuestra jota pujada porque todos la llevamos en la sangre”.
Tras las palabras del alcalde, los Capitanes 2017, portando la tradicional bandera, subieron al escenario y recibieron una escultura de Don Quijote y Dulcinea en nombre del Ayuntamiento y de todo el pueblo de Miguel Esteban.
La Capitana, María del Socorro Toledo, acompañada por su marido y Capitán 2017, Juan Almenara, aseguró que “ser capitanes es todo un orgullo, además de poder cumplir un deseo que teníamos desde hace mucho tiempo” y animó a todos los migueletes a disfrutar de un carnaval “único y diferente”, pero también a ser capitanes “para sentir esta experiencia y disfrutar de un Carnaval mucho más intenso”.
A partir de ese momento las sorpresas y reconocimientos hacia ellos se sucedieron. Las primeras en sorprender a los Capitanes fueron el grupo de madres de la Asociación de Folclore ‘Danzas y Costumbres’ quienes bailaron la Jota del Candil con una letra especial dedicada a ellos. Asimismo, y entre otras muchas sorpresas, la hija de la capitana y reina de las fiestas de Miguel Esteban, Elena Almenara, bailó junto a un compañero del grupo, otra jota especial dedicada a sus padres.
La noche finalizó con el tradicional Baile del Candil, de la mano del Grupo de Coros y Danzas ‘Los Charcones’, quienes bailaron jotas, seguidillas y rondeñas. Asimismo, los Capitanes 2017 ofrecieron una invitación consistente en dulces típicos a todos los asistentes.
